No hay dudas de que la de 2014 ha sido la concentración motera más numerosa de las cuatro que ha acogido Bueu en los últimos años. Durante el fin de semana llegaron al municipio entre 2.500 y 3.000 motocicletas y 7.000 personas, un balance espectacular y que fue más que bien recibido entre algunos sectores de la hostelería. Pero esto no significa que la continuidad de esta cita esté garantizada. Los responsables del Motoclub Moteros do Morrazo estaban ayer más que satisfechos con el resultado del fin de semana, pero reconocían que la concentración 2015 "está en el aire".

La razón no es otra que los nuevos requisitos exigidos por la legislación y por el Concello, como la solicitud de una licencia con varios meses de antelación. "Tenemos que pensar detenidamente que es lo que haremos el año que viene, por ahora está todo en el aire", reconocía ayer el presidente del motoclub, Tito Maquieira.

La edición 2014 se cerró ayer con las últimas exhibiciones y una ruta a mayores, esta vez al vecino municipio de Marín. Fue menos numerosa que las del sábado ya que mucho moteros ya habían emprendido el regreso a sus lugares de origen, pero aún así logró reunir a más de 700 motocicletas. Desde el Motoclub Morrazo también destacaron la enorme participación que se registró en la ruta con antorchas, que se celebró después de la medianoche del sábado al domingo. "Las antorchas no nos llegaron siquiera para empezar", apuntaba ayer Tito Maquieira. La organización estima que participaron unas 2.000 motocicletas, que salieron desde el recinto de la fiesta y enfilaron hacia Banda do Río, subieron por el lugar de A Ramorta y O Valado y regresaron al punto de origen por la calle Ramón Bares.

La jornada de ayer concluyó con una entrega de premios en la que se premió al buenense José Soage, fiel colaborador de la organización, como motero más veterano a sus 72 años; a la pequeña de dos meses de edad Antía Piñeiro como la más joven; al Motoclub Casquete de Salamanca como el club más lejano; a Iñaki López como el motero llegado desde más lejos, en concreto desde Ávila; a los Porcos Bravos de Ardán como el motoclub más numeroso y Manuel davila Carballo como el participante con la moto más antigua, una Vespa del 58.