La carrera del doctor Orlando Saavedra siempre ha estado vinculada a la Sanidad Pública y a su defensa. Presidente de la asociación de estudiantes de Medicina en Santiago de Chile y con su familia en la diáspora o en la cárcel tras el golpe de Estado que derrocó a Salvador a Allende, optó por exiliarse en Argentina, donde acabó la carrera y le cogió otro golpe de Estado, el encabezado por Videla.

Decidió abandonar Latino América y, de camino a Mozambique, recaló en Madrid donde el futuro de su hija le convenció para quedarse. Era 1976 y empezaba la formación MIR. Sacó buena nota y pudo escoger destino: la provincia con menos médicos por habitantes, Ourense. A este cirujano, el Insalud le propuso en 1984 abrir el hospital del Barco de Valdeorras (construido hacía 8 años). "Creían que los hospitales pequeños no eran rentables, pero demostramos que sí", recuerda. Aplicó en él la formación chilena en salud pública y la experiencia del sistema nacional que promovió Allende. Le valió el reconocimiento de la cúpula del Insalud y se sucedieron los cargos directivos en varios hospitales.