La empresa Esycsa procederá a instalar dentro de 15 días las pilonas del Casco Vello de Cangas, vitales para el ordenamiento del tráfico en esta zona protegida por Patrimonio en la que se prohibe estacionar salvo muy concretas excepciones. La instalación de estos pivotes se realizará en dos fases, según comentó el concejal de Urbanismo Rafael Soliño, que ya adelantó la entrega de 500 tarjetas a los residentes y comerciantes de la zona para que puedan acceder al casco vello, una entrega que estaba supeditada precisamente a la instalación de las pilonas. La deuda que en su momento el Concello de Cangas mantenía con la empresa retrasó la instalación de los pivotes.

En la primera fase se colocará la pilona del inicio de la calle Real y la zona intermedia de la calle San José. La siguiente fase se ocupará de otra en la calle San José, en la calle O Hío y en el Eirado de O Sinal. La primera fase está presupuestada en 7.000 euros y saldrán de las arcas municipales directamente.

Las 500 tarjetas que se entregarán y que permitirán levantar las pilonas serán para residentes y comerciantes y también para proveedores que tengan que entrar en la zona a realizar trabajos de carga y descarga.

Desde hace tiempo la concejalía de Urbanismo detectó el deterioro constante del empedrado como consecuencia del paso constante de vehículos. Hay losetas dañadas y esta zona protegida comenzaba a estar en peligro.

Las concejalías de Urbanismo y de Tráfico se van a poner en contacto para realizar un seguimiento del control policial en la zona. Hace un año aproximadamente se había empezado una campaña dirigida a explicar a los conductores que no se podía aparcar en la zona. Más adelante se comenzó ya a sancionar a los propietarios de los vehículos que lo hacían. Con la entrega de las 500 tarjetas va a existir un mayor control de acceso a la zona, y tampoco será tan necesaria como ahora la presencia de la Policía Local en la zona. La prohibición del gobierno local, que no hacía otra cosa que cumplir la ordenanza municipal, no sentó demasiado bien a algunos comerciantes, que veían un perjuicio para su negocio la aplicación estricta de la ordenanza municipal. La estadística reflejará las denuncias que la Policía Local puso en la zona por esta causa a lo largo de todo el año.