El padre de Yasmina V., de 17 años, llevaba una hora buscando a su hija a título particular por Moaña. "Me dijo por la mañana la Policía que las pistas apuntaban a que los cuatro estaban aquí. Que durmieron aquí desde la primera noche". Ayer, mientras su hija y su grupo de amigos prestaba declaración, se mostró nervioso, aunque no ocultó su alivio por un desenlace sin contratiempos de gravedad. "Están bien. Fue una chiquillada, vamos a dejarlo así", declaraba.