Como novedad, el taller sevillano ha ofrecido a la hermandad la posibilidad de cambiar el sistema del palio por el que ellos utilizan para evitar los daños de la lluvia. Por dentro será de terciopelo también, pero por fuera será de polipiel, que evita la lluvia. Se montará como un tejado a dos aguas para que la lluvia resbale y no empape la tela mojando la Virgen, asegura el bordador Francisco Franco. El frontal se realizará a mano pero con recortes sobre tisú de oro. El hilo y las lentejuelas serán de oro y en el frente se bordará el corazón y los 7 puñales, como alegoría a la Virgen; y por detrás el escudo de Cangas: "Todo el que vea el palio por delante verá la virgen y por detrás, a Cangas".

En relación al presupuesto, dice que es pronto porque aún acaba de tomar las medidas, pero confirma que se va a buscar algo elegante y bonito al coste mínimo. De seguir adelante el encargo, el trabajo tardaría entre seis y ocho meses, debido a la complejidad ya que los bordados son a mano.