Geriatros es un país para viejos. Eso sí, intenta ser un país maravilloso, donde sus habitantes se muestren felices y pendientes de la vida, de esa que vivieron y que aún recuerdan. Porque como decía el recientemente fallecido escritor colombiano Gabriel García Márquez "La vida no es la que viviste, sino la que recuerdas". De ahí que desde esta institución se promuevan jornadas contra la demencia senil y otros trastornos que afecta a esa parte tan frágil del cerebro como es la memoria. Lo contaba ayer el médico del centro Aitor Pereira, que ofrecerá hoy una charla, a las 12.00 horas, sobre la demencia senil dentro de los actos del cuarto aniversario de este centro que abrió siendo propiedad de Caixanova y ahora lo es del grupo inversor Magnum Capital Partners.

Recordar es, a esa edad, una asignatura en muchas ocasiones difícil, que algunos ya no intentan aprobar. Quizás buscan más olvidar. Pero los residentes de Geriatros tienen en su persona una inestimable ayuda para convertir en entusiasmo lo cotidiano. Aitor Pereira destaca la gran familia que es el centro y la implicación emocional de profesionales que como él prestan sus servicios en este centro que mira al mar desde una pequeña cumbre de Aldán. Las habitaciones son con vistas, también a la esperanza.

La información oficial es que los usuarios de esta residencia de Cangas disfrutan estos días de salidas y actividades especiales para conmemorar el cuarto aniversario. Ayer, con tal motivo, hubo un encuentro interresidencial con los centros de Geriatros de Barreiro, Bembrive y Vigo. Hoy, el alumnado del colegio Sagrada Familia hará una actividad intergeneracional con los residentes para comparar los trabajos que se realizaban cuando los mayores eran jóvenes con los de los padres de los pequeños. Anuncian que una taller de galletas y actuaciones musicales pondrán broche final a esta semana festiva en Geriatros. El centro está integrado en Aldán. Los grupos de música folclórica de la localidad acuden a él cada vez que pueden. No hace falta que nadie les llama. Ellos acuden puntuales a citas como la Navidad o los carnavales. Geriatros es un país, un país sin fronteras.