"Es una de las mayores problemáticas del servicio de O Morrazo", concluye el informe de Recolte al adentrase en el apartado de los restos vegetales o broza depositada en los contenedores verdes, sobre todo en las áreas rurales, provocando que entren en el ciclo de los residuos. La cantidad aumenta cada año y superó las 300 toneladas en 2013, con los consiguentes gastos añadidos para los concellos. La implicación del personal de jardinería de los concellos y de empresas del sector, así como la instalación de jaulas específicas, la última monitorizada por la asociación de vecinos de Francón, es cada vez más demandada y está dando "resultados satisfactorios".

Con respecto a la madera, la empresa ha contactado con mueblerías, empresas de bricolage, conserveras, depuradoras y pequeñas industrias que generan madera y palets como parte de su proceso productivo y que estaban "colapsando" los contenedores y su entorno, acabando en el ciclo de Sogama. Recolte destaca el grado de colaboración vecinal para lograr su separación en origen, con el consiguiente ahorro de costes.