La jornada del viernes fue la que concentró la mayoría de los actos religiosos en la Semana Santa moañesa. Hubo programación en todas las parroquias, pero la cita que congregó a más fieles fue la Procesión do Santo Enterro, que partió de la iglesia de O Carme y recorrió la calle Ramón Cabanillas con los pasos de Cristo Yacente y de La Dolorosa. Participó un grupo de mujeres "dolorosas" que formaron la comitiva con mantilla. Varios niños de Moaña ejecutaron también una representación.

Esta procesión partió a las 21.00 horas. Previamente se celebró una misa y durante la mañana del propio viernes el templo parroquial permaneció abierto para la ceremonia del besapiés.

Pero sin duda la procesión con mayor tradición fue la celebrada en San Martiño, la parroquia original de Moaña. Comenzó con un desenclavo de la imagen de Jesucristo que en esta iglesia se puede remontar a la Edad Media. Acabó con la procesión del Santo Enterro, en la que también estuvieron presentes la imágenes del Cristo Yacente y de la Virgen Dolorosa. Ambas tallas fueron esculpidas en 1926 por el escultor santiagués José Rivas, que también es el autor de varias tallas de la conocida Semana Santa de Viveiro, en Lugo. La banda de música Airiños do Morrazo estuvo presente en esta procesión que puso fin al programa moañés.