La dirección del Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas no está de acuerdo con las críticas que realiza el Valedor do Pobo, José Julio Fernández Rodríguez, en su informe de 2013 en donde señala que es difícil de entender que unas islas, que forman parte de un parque nacional y que reciben tantos turistas, no tienen adaptados los accesos para las personas con movilidad reducida, tanto en los barcos como para las visitas en tierra, ni contar con un transporte para llegar a los faros. La crítica la realiza a raíz de la queja formulada por la Asociación Galega contra las Enfermedades Neuromusculares, en nombre de un asociado que denunció que había tenido que acceder al barco de rodillas por la falta de adaptación de uno de los que cubren la ruta entre Vigo y las Cíes y del pantalán en las islas. Del caso reconocen que sí tienen constancia, que la tripulación del barco intentó ayudar a esta persona pero él lo rechazó porque decía que tenía que tener acceso por sus propios medios.

Desde el Parque dejan claro que la competencia del pantalán no es de ellos, sino de Costas del Estado, pero que, al margen de esto, las navieras cumplen con la reglamentación en cuanto a adaptación, de hecho son revisadas por Capitanía Marítima, y que el problema que se deriva en el pantalán es por la fluctuación de las mareas, de entre dos y tres metros, "porque estamos en el Atlántico, no en el Mediterráneo".

Respecto a la adaptación del Parque a la movilidad de las personas con discapacidad, aseguran que se está trabajando constantemente en mejoras, de hecho desde los barcos hay accesos al pantalán con plataformas para sillas de ruedas y las tripulaciones siempre están para ayudar, también está instalada en tierra una plataforma de madera desde el muelle hasta las roderas y se puede pasear en silla de ruedas hasta la playa de Figueiras. Añaden que el año pasado se añadieron unas muletas anfibias para que estas personas puedan llegar a la orilla y este verano se incorporará una silla anfibia para facilitar el baño. Lo que no se contempla, por la imposibilidad de la pendiente del terreno, es que se pueda realizar la ruta a los faros para las personas con problemas de movilidad. Aclaran que lo que sí realizan cuando hay visitas de colegios y algún niño con este problema, es subirlo en el coche del Parque hasta el faro "pero esto no se puede realizar en pleno verano atravesando el vehículo entre la gente. Sería inviable. Todas las personas tenemos unas limitaciones y, de hecho, no todas podemos escalar el Everest". Respecto al camping asegura que está adaptado, como también el bar y que el nuevo muelle, del año 2008, tiene mucho más ancho que el anterior, de solo un metro, para adaptarlo a sillas de ruedas.

Como ejemplo de los trabajos de adaptación del parque, desde la dirección también aseguran que se acaba de convocar la segunda edición del curso de formación para visitas guiadas accesibles en espacios naturales protegidos, que está dirigido a personas que pretendan desarrollar su trabajo en espacios naturales protegidos. El curso se celebrará del 9 al 11 de mayo, en el Centro de Visitantes.