Otra de las medidas que se piensa adoptar a corto plazo es el cambio de puertas y cerraduras de la plaza de abastos, aprovechando la subvención de Industria, y retirar las llaves a todos los vendedores, que deberán limitarse a los horarios establecidos o pedirlas a la Policía Local en caso de cualquier imprevisto. Con esta decisión, el Concello quiere evitar daños en el inmueble y robos como el de un motor de la cámara de frío de uno de los puestos de reciente adjudicación, que ha sido denunciado a la Guardia Civil. "Se acabaron los cachondeos en la plaza de abastos", advierte la concejala.