Las relaciones entre el Concello de Bueu y la empresa concesionaria del servicio de abastecimiento, saneamiento y depuración, Aqualia, hace tiempo que no pasan por su mejor momento. Ese distanciamiento se volvió a evidenciar ayer, con la incoación de un expediente sancionador por una falta que el Concello tipifica como "moi grave". La infracción que achaca el gobierno es un vertido de aguas residuales en la dársena del puerto de Bueu y que según los informes técnicos solicitados por la administración se debió a la falta de mantenimiento de la estación de bombeo de aguas residuales (Ebar) de Banda do Río.

La apertura del expediente fue firmada ayer por el alcalde, Félix Juncal, y en los próximos días será comunicada oficialmente a la empresa concesionaria. En cuanto reciba esa notificación dispondrá de un periodo de audiencia para presentar sus alegaciones, aunque de inicio se enfrenta a una multa que puede oscilar entre 3.005 y 6.010 euros, tal como confirmó ayer el regidor municipal, Félix Juncal. Precisó además que los hechos que motivaron la apertura de este expedientes se remontan a dos meses atrás, al 7 de enero, cuando se registró un vertido de aguas residuales en la dársena del puerto de Bueu. "Non é a primeira vez. Houbo máis vertidos e se advertiu á concesionaria varias veces, se pediron explicacións e sempre foron contradictorias", insiste Juncal.

El expediente incorpora un informe de la consultora Lagares Ingeniería, que atribuye ese vertido a la falta de mantenimiento en la estación de bombeo, que está situada en las inmediaciones del antiguo aserradero de Banda do Río. "Ante un caso así hai que actuar en virtude do contrato e aplicar as condicións que se recollen porque estamos ante unha falta considerada moi grave", argumenta Juncal. La apertura del expediente conlleva también el nombramiento de un instructor, que en principio será el edil de Facenda e Patrimonio, José Inocente García Cuervo.