La segunda y última jornada de huelga en la sanidad pública gallega mantuvo ayer paralizados casi todos los puntos de atención sanitaria de la comarca, en donde apenas funcionaban los servicios mínimos decretados por la Administración para atender las urgencias. En el centro de salud de Cangas el seguimiento fue casi total, solo dos de los 12 médicos de la plantilla trabajaron, en servicios mínimos. El mostrador de urgencias tenía una actividad frenética a última hora de la mañana, aunque la inmensa mayoría de los pacientes era comprensiva con la protesta. En este mismo municipio, en Aldán secundaron la huelga uno de los dos médicos, así como las enfermeras, el pediatra y el doctor de atención primaria de O Hío. Aunque algunos de ellos tuvieron que acudir a la Casa do Mar como servicios mínimos. En Moaña los trabajadores cifran el seguimiento de la huelga en un 100% y en Bueu el paro fue mayoritario. Acudieron a trabajar los servicios mínimos, entre los que se incluían tres médicos residentes, dos pediatras, el dentista, la comadrona o el celador. Se produjeron colas pero sobre todo de usuarios que acudieron para cambiar la cita. Se atendieron los casos de más riesgo.

El punto culminante de las dos jornadas de protesta en defensa de la sanidad pública fue la concentración a la que acudieron unas 400 personas delante del Concello cangués. Convocados por la Plataforma en Defensa da Sanidade Pública do Morrazo, rechazaron los recortes en el sector público, la privatización de centros hospitalarios y el "repago" farmacéutico.

Entre los asistentes se leían algunas pancartas "por unha atención primaria digna", que hacían referencia sobre todo a la demanda de un centro de salud para O Hío y Aldán en los terrenos adquiridos por el Concello en O Viso.

Los convocantes calificaron de "históricas" las dos jornadas de huelga "porque non foron para reclamar unha suba salarial ou uns dereitos laborais, senón para rexeitar unha política de privatizacións e recortes". Asimismo, llamaron a los concentrados a defender la sanidad pública "por este camiño, entre traballadores do sector e usuarios".

Acusan a los gobiernos central y autonómico de "privatizar a tecnoloxía" y rechazaron la ley de garantías de prestación sanitaria "porque deriva aos pacientes en lista de espera a centros privados. Pretenden transformar aos pacientes en clientes", lamentan.

Asimismo, desde la plataforma acusaron al ejecutivo central de "apostar por un modelo salvaxe, transformando os dereitos sociais en caridade", así como de acabar con el modelo universal al retirar la tarjeta sanitaria a inmigrantes sin recursos y a españoles que no cotizaron.

Desde el colectivo de usuarios de Moaña reclamaron también el nuevo centro de salud y acusaron al ejecutivo local "de non facer nada neste tempo".