El Concello de Cangas y Costas del Estado estudiarán esta semana la posibilidad de llevar a cabo varias actuaciones en el municipio como la recuperación de los muelles históricos del final de Rodeira, de Ojea, y de la playa de Menduíña, en Aldán. El alcalde, José Enrique Sotelo, se reúne mañana con la jefa provincial del organismo, Cristina Paz-Curbera, y el jueves, en Madrid, con el Director General de la Costa y el Mar, Pablo Saavedra. Sobre la mesa estarán distintos asuntos. El regidor solicitará un compromiso del organismo para retomar el proyecto del paseo de Vilariño, por lo menos del primero de sus tramos, que conectaría la alameda de Aldán con la playa de este barrio de O Hío, a través de unos terrenos privados cuyas cesiones están gestionadas desde hace años.

El Concello también pedirá la desafectación de todo el terreno situado entre la Praza das Pontes y la esquina de la plaza de abastos, que incluye el espacio de las naves de Ojea y todos los jardines de O Señal. "Fixemos inversións na alameda nova e a mantemos nós, polo que non ten sentido que esa franxa de terreo sexa de Costas", explica el regidor. Esta medida se enmarca en el proyecto diseñado para las naves de Ojea. De hecho, Sotelo pedirá también la concesión para el Concello de la nave que deberá acoger el museo del mar Bernardino Graña, en el que se expondrán elementos de la ballenera de Massó. En estos momentos la administración local dispone de ese espacio pero mediante una autorización que se renueva cada año.

En lo que respecta a la recuperación de los muelles que se encuentran destruidos, el Concello argumentará su valor patrimonial e histórico para demandar al organismo estatal su recuperación. "Son parte da historia de Cangas. É unha pena ver a situación na que están", indica Sotelo.

El muelle de Ojea se utilizaba para abastecer a las fábricas conserveras y el de Menduíña era parte de la salazón que operaba en las primeras décadas del siglo XX. En este segundo caso, se trata también de una razón de seguridad, pues muchos bañistas se suben en verano al muelle destruido, de hecho, los inspectores de Adeac -la asociación que concede las banderas azules a las playas- obligaron a colocar un cartel advirtiendo del peligro a los bañistas así como a eliminar los restos de argollas de metal de la piedra.

Solo el de Rodeira tiene previsto un uso, y es que debería pasar a ser el punto de amarre de los barcos de transporte de ría si inician el año que viene sus rutas entre Vigo y las playas.

Coste

El proyecto del paseo de Vilariño lleva años en punto muerto, aparecieron distintos problemas, como la oposición de colectivos ecologistas que criticaban el estudio de impacto ambiental realizado. Pero la principal traba es el elevado precio del proyecto, que supera los dos millones de euros. "Somos conscientes do complicado momento da economía, pero queremos saber en que situación se atopa o proxecto e as posibilidades de execución", indica Sotelo ante su próxima entrevista con el director general.

La intención pasará por acometer al menos el primer tramo, que conecte la alameda de Aldán con la playa de Vilariño. Será necesario actualizar también las cesiones de los propietarios afectados.