El pesquero buenense "Piscator" tenía previsto llegar a media tarde de ayer a los muelles de Puerto Madryn (a algo más de 1.000 kilómetros al sur de Buenos Aires), a las once de la noche hora española. El buque venía acompañado de una lancha del servicio de guardacostas de la Prefectura Naval Argentina y llegaba tras pasar por una zona afectada por un temporal. Las autoridades argentinas acusan al pesquero gallego de faenar en las aguas de la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA), algo que ayer negaron tajantemente desde la Secretaría General del Mar del Gobierno español y el propio capitán del "Piscator", el cangués Juan Carlos Fandiño: "Estábamos pescando fuera de aguas argentinas", manifestó ayer a FARO en una breve conversación telefónica.

El oficial confirmó que a bordo del pesquero viajan guardacostas argentinos y destacó que "el trato ha sido excelente, todos estamos bien y muy tranquilos", contaba ayer cuando el "Piscator" se encontraba a pocas millas de Puerto Madryn. Esa zona exclusiva de aguas territoriales argentinas abarca una franja de 200 millas y la Prefectura Naval, organismo dependiente del Ministerio de Seguridad, asegura que el barco gallego se encontraba en la conocida como "milla 199", esto es, en el límite pero dentro de sus aguas territoriales. "Nuestros aparatos nos dicen que no, que estábamos en aguas internacionales y habrá que comprobarlo", asegura el capitán. Fandiño destacó el "buen trato" dado por los guardacostas y aseguró que "no queremos hacer nada que pueda entorpecer la resolución del problema". La tripulación está formada por una treintena de personas, la mayoría de O Morrazo y de localidades del resto de Pontevedra.

La versión de que el barco estaba fuera de aguas territoriales argentinas es compartida desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España, del que depende la Secretaría General del Mar. "Nosotros creemos que es así y que el barco no se adentró en aguas territoriales de Argentina. Pero hay que esperar a conocer la imputación que formulan las autoridades locales", explican fuentes ministeriales.

El cónsul español en Bahía Blanca se desplazó ya hasta la localidad de Puerto Madryn, en la provincia de Chubut, y allí prestará ayuda y asesoramiento a la armadora y a la tripulación. La compañía propietaria del barco es la firma buenense Pesqueras de Bon y sus responsables llegaron a última hora de ayer al país sudamericano. "Ahora toca esperar a que el barco llegue y a que las autoridades de Argentina presenten su dictamen. Si el capitán y la Secretaría General del Mar dicen que el barco estaba en aguas internacionales, qué más vamos a decir nosotros", apuntaba ayer el gerente, Carlos García, nada más aterrizar.

El pesquero buenense, con base en el puerto de Marín, tenía previsto atracar en el muelle Comandante Luis Piedrabuena de Puerto Madryn. No es el único barco extranjero apresado en las últimas fechas por la Prefectura Naval Argentina, que también tiene retenidos hasta tres barcos chinos: uno en esta misma zona y otros dos en Comodoro Rivadavia. En declaraciones a medios locales, desde la prefectura de Puerto Madryn confían en una pronta resolución del problema ya que el "Piscator" es de una empresa española. Al parecer, los propietarios de los buques chinos han dejado prácticamente abandonada a la tripulación, que permanece en Argentina. El único movimiento en uno de los casos fue la llegada de una traductora.

El "Piscator" fue interceptado cuando faenaba a la altura de la localidad de Caleta Olivia, en la provincia de Santa Cruz, según se precisó ayer. La jueza federal de esta provincia es la que lleva la diligencias y la que decretó el traslado a Puerto Madryn.