A la sombra de la personalidad arrolladora de Gaspar y de José María, que llegó a ser alcalde, Antonio es el más desconocido de los hermanos varones de la familia Massó. Al menos hasta el próximo mes, cuando una exposición arroje luz sobre un hombre con inquietudes y talentos artísticos y que representó un papel clave en la adquisición de los fondos bibliográficos del Museo Massó.

La muestra se estructurará en torno a varios aspectos, desde la presentación del personaje a sus trabajos de pirograbado o a sus facetas como bibliófilo o diseñador. Todo a través de 172 objetos personales que permitirán conocer más "a un hombre discreto y extremadamente minucioso", tal y como lo define la directora del Museo Massó, Covadonga López. Esa minuciosidad podrá verse en su afición al pirograbado, para lo que utilizaba colmillos de ballena que eran desechados y que a él le servían para recrear motivos náuticos, escenas costumbristas o incluso alguna que otra imagen religiosa. "Su mayor fuente de inspiración era la colección del museo, y hay muchas escenas de caza de ballena o de cuestiones navales", explica Covadonga López. El proceso creativo se mostrará mediante sus dibujos, sus primeros ensayos y el resultado final.

La muestra servirá también para otorgarle a Antonio Massó el mérito que le corresponde en la creación del fondo bibliográfico. "Se reconoce a Gaspar como el autor, y tuvo su importancia, pero hay correspondencia entre Vindel, uno de los bibliófilos más importantes de España, y Antonio, lo que demuestra su participación en la adquisición de fondos", afirma la directora del Museo Massó.

Dentro de los elementos que se expondrán habrá también el instrumental que utilizaba para grabar o un busto suyo esculpido por Xoán Piñeiro. Las piezas no se expondrán en un espacio propio, sino integradas dentro de la colección permanente del museo.