Juan Manuel Martínez llega al puerto de Meira, sobre la una de la tarde, con su hijo Moisés a bordo del "Hermanos Jorge". Habían salido a las 7 de la mañana y regresaron, en el primer día del marisqueo a flote tras los dos meses de veda, con solo 7 kilos de rubia. Estuvieron cinco horas faenando en Cabo de Mar, frente a Samil. -"Juan, ¿e a rubia?", le pregunta otro marinero de Meira que había acudido al banco de Arcade, lo que el sector llama la parte de arriba de la ría y que ayer fue donde más número de barcos trabajaron, unos 80. -"Mal, sete kilos. - arriba?", le pregunta Juan. -"Todo ben, menos o croque". -"Pero acabaches tarde, non?", le vuelve a preguntar Juan. -"Non, fumos á gasoliña a Cangas que a temos subvencionada", le aclara.

El primer día de la vuelta al mar para el marisqueo a flote en la ría de Vigo, que estrenó los bancos de verano en donde trabajará hasta el otoño, cumplió con los malos presagios del sector, con capturas mediocres y bajos precios. La subasta se celebró a las tres de la tarde en la Lonja de Vigo, como siempre, con compradores pero precios bajos, salvo aceptables en el caso del berberecho que, sin embargo, escaseó y confirmó los malos augurios de la mortandad de esta especie en la ría. La atribuyen a las intensas lluvias de los últimos meses y a la contaminación. El berberecho se vendió a 4,60 euros el kilo,la almeja japónica, de 3,85 a 3,55, cuando un precio bueno sería por encima de los 5; la babosa, entre 11,5 y 6,90 pero no debió de haber bajado de 9; la fina, que es la almeja más cara, entre los 16 y 11,50 euros el kilo, lejos de los 24 a los que aspiraba el sector; y la rubia a 6,05, por debajo de los 7,50 en que sería aceptable.

No fue una jornada de apertura con grandes capturas, y según los datos aportados por el sector, en toda no se pasaron los 20 kilos de rubia, los 1.000 de japónica, se registraron 250 de fina, 40 de babosa y 60 de berberecho o croque.

Ahora hay que ver la evolución, dicen en las cofradías, en donde confían en que a medida que se acerque el verano y aflore el turismo, el mercando incremente la demanda.

Hay más optimismo entre los mariscadores más jóvenes que entre los veteranos que tienen muy presente la época dorada del marisqueo cuando había muchas más capturas y mejores precios. Las campañas también eran diferentes, incluso hay añoranza de aquella época cuando el marisqueo abría de octubre a marzo, no como ahora que se trabaja todo el año, alternando los bancos de invierno y los de verano, y con dos meses de veda , en abril y mayo.

Emilio Gramari, vecino de Moaña y que lleva más de 30 años trabajando en el sector, reconoce que antes había abundancia y precio y cree que la falta de producto, sobre todo en el caso del berberecho y de la almeja rubia es porque no crían debido a la contaminación. Muchos son los marineros que apuntan a los desagües de las depuradoras municipales. Se lamentan de la falta de actuación de la administración que solo soluciona el problema con una sanción.

Vicente Gago Cordeiro tiene 19 años y ayer acudió al marisqueo con su madre. Lleva tres años en el oficio y descargó en la lonja de Meira con la esperanza de que el precio fuera bueno porque aunque le costó coger la tarea -el cupo- consiguieron piezas grandes. En la lonja pesó 13,5 kilos de japónica y 1 de fina. La mayoría de los barcos de Meira descargaron ayer en el muelle de San Adrián, en Vilaboa, el más próximo a donde estaban trabajando y el marisco se transportó hasta la lonja moañesa en furgoneta para ser pesado y etiquetado antes de llevarlo para subastar en Vigo. En la lonja moañesa se etiquetaron ayer 23 kilos de fina, 30 de berberecho y 200 de japónica.

El sector del marisqueo a flote de la ría de Vigo llegó a un acuerdo histórico este año entre las dos grandes agrupaciones que aglutinan a las cofradías -Ría de Vigo por un lado y Pesca de Baixura por otro- con un plan de explotación conjunto del que solo se excluyó la cofradía de Arcade y que está generando cierta tensión en el mar que ayer se apreció en los controles. El presidente de Pesca de Baixura y patrón de Redondela, Clemente Bastos, asegura que ellos están pagando los controles, consistentes en tres lanchas en el mar con sus respectivos agentes de seguridad, para evitar que se extraiga marisco no reglamentario, y Arcade no paga nada. Ayer les permitieron usar estos controles, pero Bastos asegura que esta situación no puede seguir así: "Arcade no puede ir por libre como si fuera una república independiente", por lo que tienen prevista una reunión de Baixura y Ría de Vigo con la administración para subsanar el problema. Clemente Bastos asegura que ayer no hubo incidentes, pero que la situación se puede tensar.