El plan de dos emprendedoreas de crear una finca agroecológica para cultivar por una parte productos destinados al mercado local y por otra alquilar pequeñas parcelas para el autoconsumo ya está en marcha. Ayer se inauguró Horta Agrelo, el proyecto de Luz Gómez y Rosa Campollo que ha permitido recuperar 5.000 metros de terreno en Agrelo para destinarlo al cultivo de hortalizas, verduras o flores de modo ecológico y sostenible. La iniciativa fue presentada ayer en un acto al que asistieron cerca de medio centenar de personas, entre ellas el alcalde buenense, Félix Juncal.

La principal novedad de este proyecto es la posibilidad de arrendar pequeñas parcelas desde 40 metros cuadrados para que las personas interesadas se puedan convertir en agricultores por un coste mínimo de 30 euros mensuales. Luz Gómez confirmaba ayer mismo que varias de las huertas ya están alquiladas, a la vez que señaló que desde mañana y hasta el viernes habrá una jornada de puertas abiertas previa cita para que todo el mundo pueda conocer la finca y los servicios que ofrece esta iniciativa de autoempleo.

Pero además, Horta Agrelo pondrá a producir dos invernaderos con más de 30 especies de verduras y hortalizas que venderán a domicilio sin intermediarios. La idea es ofrecer una cesta de la compra semanal para usuarios individuales, familias de tres personas o de cinco personas. "La próxima semana tendremos ya una pequeña producción y las cestas ya están prácticamente todas reservadas", apunta Luz Gómez. Por un coste de entre 15 y 20 euros ofrece una amplia gama de verduras junto a frutas de temporada de productores ecológicos de la zona.

La finca dispone de vestuarios, servicios, zonas de descanso y todos los aperos necesarios para trabajar la tierra. Asimismo, cuenta con riego por goteo automatizado. Los usuarios podrán acceder a la finca en el horario establecido, durante todo el día, y trabajar en sus respectivas parcelas. Paralelamente, las promotoras apuntan que realizarán el asesoramiento a las personas que lo requieran e impartirán cursillos y talleres prácticos para el cultivo ecológico, tanto para usuarios como para personas ajenas a la finca.

La idea que persigue esta iniciativa es "buscar un proyecto de vida sostenible", que combine el disfrute del trabajo con la tradición agrícola hoy abandonada y que puede suponer una oportunidad en un contexto económico como el actual.