El fiscal entiende que no hay ninguna conducta penalmente reprochable a los extranjeros que declararon como imputados, "por más que si pudiera ser sancionados por infracción a la LOX (Ley Orgánica sobre los derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social). La tónica de las declaraciones de la larga lista _se hablaba de una veintena_ de ciudadanos marroquíes que declararon ante el juez fue la de que sabían por rumores de la posibilidad de que Carmen Molanes podía solucionar su situación irregular, al carecer de permiso de trabajo para estar en España.

También acudieron ante el juez los supuestos empleadores de los inmigrantes en el sector de hostelería y servicio doméstico. Dos de ellos se negaron a declarar y el que lo hizo dijo que había una relación contractual con el extranjero, por la que éste recibía un sueldo y pagaba a la Seguridad Social, por lo que no se podía argumentar que se trataba de e un empleador falso.

El el ya exjefe del negociado de Estadística, al que el Concello de Cangas jubiló contra su voluntad, José Losada, aseguró al día siguiente de su detención que había cometido un error y nada más. "Tengo la conciencia tranquila y puedo ver de frente a la cara. Sólo se me puede atribuir que me salté un trámite", manifestó en su momento José Losada, que consideraba un cuento chino lo de la trama con ramificaciones en otros concellos e insistía en asegura que ni Carmen Molanes le había ofrecido un euro ni él lo habría aceptado.

José Losada tuvo que jubilarse como trabajador del Concello de Cangas con todas las dudas que se cernían sobre él por culpa de un proceso que se estaba dilatando en el tiempo. Le hubiese gustado jubilarse con la dignidad que le otorga el auto de la juez, no con la duda, sobre todo después de ser detenido por la Guardia Civil en el Concello, a la vista de sus compañeros.