-¿Los problemas en el grupo municipal responden a una cuestión de familias políticas o hay algo más profundo?

-Nunca he creído en las familias dentro de los partidos políticos. Es una cuestión de proyectos, responsabilidad, capacidad y es una cuestión de sensatez.

El hecho de pertenecer a un partido político, y el hecho de ser concejal, no tiene otras consecuencias que no sean las de trabajo y más trabajo. Uno no puede ni debe pensar en conseguir, sino en aportar. No se regalan puestos de trabajo ni se conceden licencias económicas, y el que no piense así, acabará saliendo por la puerta de atrás, aunque haya entrado por la puerta grande.

-¿Qué cree que pasará en la Agrupación Socialista de Cangas a partir de ahora?

-El futuro de la Agrupación Socialista la escribirán los afiliados de Cangas. Ahora mismo, debe ser el propio partido desde otras instancias el que se encargue de encaminar la situación de cara a conseguir la normalidad en su funcionamiento. Mientras tanto, mi empeño seguirá siendo estar ahí donde los problemas económicos y sociales sigan haciendo mella en Cangas. Siento mucho que a estas alturas, el centro de atención pretendan que sea lo que está ocurriendo en la agrupación de Cangas, y sobre todo, cuando los verdaderos problemas son otros y no la situación que tiene el PSOE de Cangas a nivel interno.

Lo que los vecinos quieren es mantener su puesto de trabajo. Que trabajemos para ellos y no para nosotros mismos.