Las desavenencias en el PSOE de Cangas han acabado por romper el grupo municipal. Y es que ayer el portavoz socialista, Martín Piñeiro, junto con la edil Toñi Queimaño, presentaron ante la dirección provincial del partido sus dimisiones irrevocables como concejales. En el caso de Piñeiro renuncia también a su cargo orgánico como secretario general de la agrupación socialista de Cangas, por lo que toda la ejecutiva canguesa cae inmediatamente y ahora los responsables provinciales deben constituir una gestora provisional.

El de momento portavoz municipal del PSOE alegó, como motivo principal de su renuncia, las desavenencias con la edil Maise Vilas, de la misma formación, una situación a la que se llega "por la falta de un proyecto político del partido en este municipio". Habla de una "fractura" en el grupo municipal y asegura que les resulta difícil llevar a cabo la tarea de oposición para la que fueron elegidos por los vecinos "en este clima". "Mi carácter y mi sentido de la responsabilidad es incompatible con la actual imagen que ofrece el partido a nivel municipal", añade.

Piñeiro le expresó, a sus superiores en el funcionamiento orgánico del PSOE, que no ve razonable formar parte de un grupo municipal integrado por tres personas "donde una de ellas solo busca satisfacer su ego personal y no cumplir las demandas de los vecinos".

Tras esta renuncia debería ser la propia Maise Vilas la que quedase a cargo de la portavocía municipal. En principio y siguiendo el orden de lista, los nuevos ediles del PSOE serían Mónica Santos y Orlando Fernández. Piñeiro y Queimaño prometen que, pese a seguir siendo militantes de la formación y en el caso del primero con responsabilidad en la ejecutiva provincial, no interferirán en el rumbo del futuro grupo municipal, aunque advierten a su partido de que quedará en manos de "una persona que no conoce el significado de la palabra respeto. Ya sea a sus compañeros como al partido al que está adscrita". Acusan a Maise Vilas de "ignorar los estatutos e incumplir sistemáticamente las normas e ideales" que rigen al PSOE.

El escrito que motiva la dimisión del secretario general en Cangas no duda en acusar a la edil díscola de "falta de disciplina e incluso, a veces, de educación" y dice que les "avergüenza" estar vinculados públicamente con esta persona.

Coger impulso

Ambos ediles presentarán su renuncia a este cargo institucional esta misma mañana, en el Registro municipal. Ya no tienen intención de asistir al pleno de la Corporación del próximo jueves, en donde se dará cuenta de esta decisión.

Aseguran que no están renunciando al partido y esperan que se trate de "un paso atrás para coger impulso y llevar a cabo lo que se merece este municipio: Avanzar y llegar a convertirse en una villa del siglo XXI". Y es que esperan que la comisión gestora establezca las mejores condiciones para el desarrollo de una asamblea que permita elegir una nueva dirección en el PSOE cangués "que impulse una renovada guía política capaz de volver a recuperar la confianza de los ciudadanos de nuestra villa".

Y es que para ellos, el problema de los socialistas en esta legislatura es que "se presentó un grupo formado por muchas personas independientes, algunas de las cuales desconocen las doctrinas y el funcionamiento" de la formación. Martín Piñeiro recuerda que tuvo que liderar "el proyecto de otra persona", tras la dimisión de Héctor Otero, que se presentó liderando el PSOE tras sus anteriores cuatro años como teniente alcalde.

Los integrantes de la ejecutiva local que se disolverá tras esta decisión son, además de los dos concejales, Carmen Avendaño, Eugenio González, Antonio Paredes, Ángel González, Teresa Medraño y Orlando Fernández.

Casos reiterados

Las relaciones entre Maise Vilas y sus otros dos compañeros de grupo municipal son tensas desde el inicio, cuando su toma de posesión se retrasó durante cuatro meses. Siempre se la vinculó a un sector del partido distinto al de sus compañeros.

El portavoz también criticaba que no solía asistir a las reuniones previas a los plenos de la Corporación en las que se decidía el sentido del voto de su grupo en cada asunto. En los últimos meses quedó patente la división cuando, a comienzos de abril, la formación decidió suspender su actividad política en apoyo a los afectados por las participaciones preferentes, pero Vilas sí que participó en plenos o en la asamblea de la Mancomunidade.