Caso especial es la sucursal del Banco Gallego en Aldán. Situado en el bajo de un chalé, desde el año 2011 la oficina solo abre los miércoles y el primer y último día hábil de cada mes. Un empleado, siempre el mismo, se ocupa de ir cada miércoles a la oficina de Aldán a atender a los clientes. Ahora mismo no hay previsión de que esta oficina se suprima. Cierto que está pendiente la compra por parte del Banco Sabadell, al que el Estado adjudicó esta entidad bancaria de la que tenía una parte Novagalicia. Hace tiempo, los abogados y los bancos acudían a las ferias a buscar clientes. Son tiempos que retornan.