"So escoito ruido" repetía de forma socarrona Bernardino Graña (Cangas, 1932) desde el teléfono móvil de su mujer, Carmen, que le aconsejaba tranquilidad y nos comentaba que solo esperaba su jubilación para regresar a Cangas. Confiesa sin rubor que su nueva novela tiene mucho de autobiográfico: "¡O protagonista e meu pai!" comenta con una voz que no tropieza, que sale limpia de su garganta para enfatizar la importancia de su padre en esta novela. Recuerda que su padre estudió para cura en el Seminario y que casi acaba siéndolo si no fuera porque "atopou a miña nai". Bernardino Graña aprovecha la ocasión para disertar sobre la posibilidad de que los curas tengan mujer, "como tiña San Pedro, que tamén tivo fillos e sogra" . Afirma que su padre acostumbraba a relatar a él y a su hermana las historias que le sucedían.

También señala que lo primero que espera de su novela es que la lean y que después los lectores descubran lo que fue la Cangas de su infancia, todo lo que se perdió con el tiempo, Comenta que recuerda perfectamente cuando el asaltado río Xaiñas tenía anguilas y los marineros acudían a pescarlas. Era otra época. Bernardino Graña hace bueno aquello de que la verdadera patria del hombre es su infancia. A ella regresa para honrar a su padre, para contar como eran los rincones donde se escondía y los lugares de los que disfrutaba. La conversación telefónica se hace más difícil. Bernardino Graña ríe y se apresura a decir que solo escucha ruido por el teléfono. Tiene problemas de audición, como Beethoven, pero aún así se interesa por saber cuando va a salir publicada la referencia a su nueva novela.

"¡Medre o mar!" está ambientada en la guera civil de 1936 y retrata la vida en la villa de Cangas en aquella época. Lo hace a través de los ojos de un niño huérfano, tutelado estrictamente por su tía y por su abuelo. "Apoucado, palicado nos estudos e encargado de asistir nos oficios relixiosos, o rapaz descubrirá o cine da man do seu pícaro irmán menor, Milucho, que goza da compañía de Serafín Graña, o poeta ladrón, e mesmo se lanzará a una peculiar aventura que o levará a Vigo, con Roñón, o fillo do xastre", comenta la editorial Morgante en la reseña que hace del libro que ya está a la venta. Bernardino Graña nos adentra en una Cangas sin los aterramientos, que vive del mar y muere en el mar. Pero no se recrea en la nostalgia, simplemente la tiene como referencia y la aprovecha para mostrar su lado gamberro.