El sector del pulpo de Bueu acordó de forma mayoritaria, en la asamblea celebrada ayer bajo la presidencia del patrón mayor, José Manuel Rosas, posicionarse en contra del nuevo plan de gestión de esta pesquería, aprobado mediante una resolución por la Consellería de Medio Rural y Mar, e iniciar una serie de contactos con las cofradías de Galicia para celebrar una macro reunión, con el fin de conseguir que la Xunta recapacite y cambie la normativa para que no haya distinciones y que las medidas se apliquen a todas las artes. El sector tiene un mes y medio por delante hasta el 1 de julio que es cuando acaba la veda con la que se estrenó el nuevo plan.

Del total de la flota del pulpo de Bueu, en donde hay 94 permisos para este arte, acudió a la reunión, en el salón de actos de la cofradía, medio centenar de armadores que mostraron su posición -3 solo se posicionaron a favor de la consellería- pasando lista el patrón mayor con el fin de confirmar de forma clara la posición de todos ellos después de la polémica que surgió recientemente. En marzo, en plena batalla de esta cofradía y otras (Baiona, Cambados, Aldán, Marín o A Illa) contra la pretensión de la Xunta de obligar a retirar del mar las nasas a diario para llevarlas a puerto, apareció en escena un sector disconforme con la cofradía y a favor de las tesis de la administración. La polémica la zanjó pronto Rosas con un referéndum que le dio la razón con una mayoría que se sigue manteniendo en sus trece.

El principal problema por el que Bueu rechaza el plan del pulpo en Bueu es el del régimen de calado de las nasas. Bueu quiere seguir dejando los aparejos todos los días en el mar y que no se les discrimine con respecto a otros puertos de Galicia a los que Mar sí les permite dejar las nasas a diarios en el mar por las duras condiciones de sus costas. En la asamblea de ayer quedó claro que la flota cefalopodera de Bueu también tiene que pescar en aguas muy bravas ya que lo hace a 4 0 6 millas por fuera de la isla de Ons, por lo que reclama el mismo derecho que otras cofradías a dejarlas en el mar, eso sí, demandando también medidas de control que ahora dicen que no existen. Respecto a la inspección pesquera, el sector se queja de que se han desmantelado las bases locales y que las palzas de los funcionarios de este servicio que se jubilan no se están cubriendo. La inspección que hay en estos momentos es muy itinerante, según se quejan.

La asamblea criticó que se estuvieran centrando todas las miradas en los marineros del pulpo como si fueran los depredadores de las rías y pidió que se apliquen todas las medidas no solo a este arte sino también a otros como el de la nécora o el enmalle que es por donde viene el problema de exigir la retirada de las nasas a diario ya que argumentan que no tienen espacio para sus capturas.

El nuevo plan de explotación obliga a las coafradías comprendidas entre cabo Silleiro y Corrubedo a la retirada diaria de las nasas y su traslado a puerto salvo que estén sumergidas a más de 25 metros de profundidad. En el resto del litoral las nasas podrán permanecer caladas a diario en el mar incluso los fines de semana. Sin embargo establece un período más largo de veda en el caso de estas últimas coafradías, del 50% de los días totales de la veda general. En este punto, los marineros de Bueu también son críticos y piden que se retire esta ampliación de la veda. También se posicionaron en contra de las cuotas que establece en varano (del 1 de julio al 31 de octubre) un máximo de 30 kilos por barco y día y otros 30 por cada tripulante enrolado a bordo hasta un máximo de 210 kilos/día. Lo que piden es que sean 40 kilos. Y en el caso del invierno, que el plan establece 50 kilos hasta un máximo de 350, piden 350 kilos/día por embarcación al día ya que debido al mal tiempo hay muchas jornadas que no pueden acudir a faenar y eso no se recupera.