La sirena sonó ayer en la lonja de Bueu para llamar a los compradores a la última subasta del pulpo. Fueron solo 85 kilos -un día normal pueden llegar a los 1.000 kilos-, pero fueron los últimos que se vendieron de una campaña que hoy finaliza para arrancar una veda con la que se estrena también el recién aprobado, por resolución de la Consellería de Mar, plan de gestión del pulpo. El nuevo plan mantiene dividido al sector y Bueu está en uno de los frentes que pedía dejar las nasas a diario en el mar sin descanso semanal, con otras cofradías como Baiona, Aldán, Marín, Cambados y A Illa, pendientes de O Grove. La resolución establece la obligación de levantar las nasas a diario y llevarlas a puerto para las cofradías del litoral entre Cabo Silleiro a Corrubedo, con la excepción de las que estén establecidas en fondos superiores a los 25 metros que podrán permanecer de lunes a viernes, lo que aporta una solución salomónica para el sector.

El patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, ha convocado una asamblea para mañana sábado, a las 11.00 horas, en el salón de actos de la cofradía, para valorar la resolución y adoptar una postura. Rosas no quiere aventurarse -ya hay cofradías como Ribeira que el miércoles protagonizó un paro en protesta por el nuevo régimen de calado de las nasas- y dice que la decisión de movilizarse o no dependerá del sector, no quiere influir. De todas formas, asegura que "el pueblo de Bueu es pacífico y los enfados no duran más de un día".

El patrón reconoce que Bueu tendrá que acatar la resolución de la consellería pero critica que se haya dictado una norma para un año, reivindica una resolución que dure en el tiempo "porque dentro de un año vamos a estar de nuevo metidos en líos".

Rosas ya no trabaja con las nasas, pero es un oficio que conoce bien desde joven cuando empezó con su padre. Con ellas dice que vivió su familia y después pudo construir su casa, también vivió la experiencia del naufragio de su barco cuando volvía a puerto con ellas a bordo. Rebate, con el conocimiento de tantos años, el argumento de la consellería de que el plan implantado el año pasado tuvo un resultado ineficiente porque se pescaron alrededor de 800 toneladas menos. Rosas asegura que en el pulpo hay "años buenos y malos, son ciclos por eso que no es válido el argumento".

Bueu tampoco puede apoyar que haya cofradías a las que se permite dejar las nasas caladas a diario con el argumento de las malas condiciones del mar, porque el 90% de su flota no trabaja dentro de las rías, sino a varias millas por fuera de la isla de Ons y a mar abierto.

Entre los marineros de la flota cefalopodera de Bueu hay un sentir generalizado de que el nuevo plan del pulpo no funcionará porque desde la administración no se ataja el verdadero problema que es la falta de control. Aseguran que lo que habría que mejorar son las meddias de control como había hace tiempo cuando las propias cofradías contaban, con ayuda de la administración, de sus propias embarcaciones de control.