Las relaciones entre el Concello y la empresa que gestiona la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Cangas están rotas. Ambas partes negocian una rescisión del contrato y la administración local suspira por solucionar "el mayor problema ambiental que tiene el municipio" concediendo la gestión del tratamiento de aguas residuales a otra compañía. En este contexto, las explicaciones de la concesionaria, Acciona, ante el continuo vertido de aguas residuales a la ría de Vigo irritan al ejecutivo local, que a comienzos de año contrató un informe pericial a la empresa Lagares con el objetivo de determinar las responsabilidades. El concejal de Medio Ambiente, Jesús Graña, acusa a Acciona de tratar de justificar el mal funcionamiento de la EDAR acudiendo a "afirmaciones manipuladoras y falsas, tanto por sus medias verdades como por sus mentiras". Y es que rechaza de plano la explicación de que la planta reciba más caudal del que puede asumir por la lluvia y la falta de separación entre aguas residuales y pluviales.

"Esta defensa va en contra de todas las auditorías externas encargadas por el Concello, de las denuncias de Seprona, de los informes de Augas de Galicia y de las propias denuncias vecinales", apunta Graña. Y es que asegura que en muchas ocasiones la depuradora alivia agua sin tratar en periodos de tiempo sin lluvia. Y pone como ejemplo el mes de marzo del presente año, en el que el Concello registró vertidos constantes pese a la escasa pluviosidad. El edil asegura que ya tienen concluido el expediente sancionador por este periodo y que en unos días se lo trasladará a la concesionaria. "Estuvieron años gestionando mal la EDAR sin ningún tipo de control, lo que se tradujo en multas al Concello, que ya tuvo que pagar casi 30.000 euros a Augas de Galicia", lamenta el concejal.

De todas formas, y aunque el caudal que recibe la planta fuese alto en periodos de lluvia, desde el Concello recuerdan que el contrato rubricado por Acciona establece que ésta debe tratar todo el agua, sin especificar cantidades.

Graña recuerda que la EDAR dispone de cuatro bombas para depurar que podrían estar funcionando, pero todas las inspecciones determinan que la empresa solo tiene activas dos de ellas. "Solo hay una razón que lo explique: que la empresa quiera ahorrar en gasto energético y, al tratar menos agua, en polielectrolito para depurar el caudal. Pero esto supone un alto peaje en contaminación que sufren los vecinos de Cangas".

Desde el ejecutivo local tampoco entienden que Acciona se escude en la infiltración de aguas de ríos y arroyos "porque nunca mencionó este supuesto problema en los informes que envía mensualmente al Concello". Asimismo, también rebaten la explicación de que la depuradora no alcanza a tratar todo el caudal que recibe porque no funciona el sistema terciario de desinfección de agua "pues se trata de un mecanismo que actúa sobre el agua ya tratada, y la que alivian a la ría ni siquiera pasó por la planta", sentencia Jesús Graña. Este sistema terciario nunca se puso en funcionamiento al no alcanzarse un acuerdo entre la Administración y la concesionaria sobre quien debe acarrear con los 60.000 euros de su coste.

El informe encargado por Acciona concluía que se vertieron a la ría de Vigo un total de 1.787 metros cuadrados al día de aguas residuales. Desde el Concello responsabilizan a la compañía gestora de esta situación.

El titular de Medio Ambiente reconoce que existe un proyecto de hace años para ampliar la planta de Areamilla "pero no se puede empezar la casa por el tejado. Primero tenemos que acometer la separación efectiva entre pluviales y fecales, y después estudiar si es necesaria la ampliación".

Perjudicados

El Concello atribuye la responsabilidad de los vertidos a la "pésima gestión" de la empresa y señala que su tesis la corroboran dos informes externos, el que concluyó en marzo de este año y uno previo de 2007, "que son demoledores con la gestora de la planta".

En los que pueden ser los últimos meses de Acciona tratando las aguas de Cangas, el Concello promete "mano dura ante la dejadez" en esta tarea. Le pide a la empresa que no recurra al "victimismo, porque si hay alguien perjudicado en este asunto es el pueblo de Cangas", con la contaminación que sufren en la costa del entorno de Punta Balea.