Los recortes en el gasto público como consecuencia de la política de reducción de déficit y para hacer frente a la deuda del Estado repercuten, en ocasiones, en los más débiles de la sociedad. Y esto puede ocurrir de nuevo si se concreta el planteamiento de la Xunta y el convenio que envíe este año al Concello de Cangas para subvencionar el servicio que presta la Unidade Asistencial de Drogodependencias (UAD) ya que conlleva un recorte en los fondos de un 10%. Así se lo trasladaron ayer al alcalde, José Enrique Sotelo, en la reunión que mantuvo en Santiago con la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera. Esto supondrá un duro varapalo para las arcas municipales, "pois non pode repercutir todo ese gasto no Concello", asegura el regidor. Aunque no se plantea la suspensión del servicio, el alcalde reconoce que aún deben analizar todas las opciones, bien para que la UAD resulte más barata o bien para lograr los fondos necesarios para mantener el servicio tal y como está.

La explicación de la conselleira de Sanidade está en el recorte que también realizó el Gobierno central para el Plan de Drogas en 2013, por lo que la de Cangas no será la única unidad de este tipo que vaya a ver mermados sus ingresos por parte de la administración autonómica.

Se trata de un servicio que atendió, a lo largo de 2012, a 405 toxicómanos residentes en Cangas, Moaña y Bueu. En este centro trabajan siete personas. Dos de ellos son psicólogos especialistas en psicología clínica, otro es un médico psiquiatra. Además cuenta con una trabajadora social, una diplomada en Enfermería, un auxiliar de clínica y un auxiliar administrativo. A esto hay que añadir el policía local en segunda ocupación que vela por la seguridad del centro, y es que desde finales de 2011 ya no realiza esta tarea un vigilante privado, con el consiguiente ahorro para las arcas públicas.

A través de un convenio general entre los concellos y la Consellería de Sanidade se conceden estas subvenciones, que en 2012 fue de 230.000 euros para Cangas y que este año se vería recortada sensiblemente. Además, esta aportación recuperó este año niveles de 2006, pues en los años posteriores llegó a alcanzar los 286.583 euros.

Con este dinero el Concello cubre la mayor parte del salario del personal. Aun así, la administración local canguesa debe poner de sus fondos más de 80.000 euros, para completar el gasto en sueldos y para financiar todo el material necesario para el centro. En los últimos años ya no se realizan sustituciones en periodos de vacaciones.

Entre las muchas funciones que ejecuta la UAD gratuitamente con los toxicómanos de la comarca se encuentran actividades clínico-asistenciales, un diagnóstico de las dependencias y otras patologías clínicas, tratamiento psicoterapeuta individual o a nivel familiar y de pareja, orientación sanitaria, tratamientos de desintoxicación, dosificación y administración de metadona, así como campañas de vacunación y prevención de enfermedades.

Desde que abrió sus puertas en 1986, y hasta este mismo mes, se iniciaron un total de 1.611 historiales clínicos de personas que acudieron a tratamiento. Además, se atienden demandas puntuales de familiares o colectivos.

De las 405 personas que recibieron atención en 2012 de una forma confidencial y voluntaria, 240 tienen fijado su domicilio en Cangas, 110 en Moaña y 55 en Bueu, aunque solo el ayuntamiento cangués financia una parte de su coste. En estos momentos el número de usuarios se encuentra en su periodo álgido desde los años 90, al superar los 400 casos al año, casi el doble que hace una década, por lo que un recorte en su financiación podría ocasionar serias dificultades de funcionamiento. Se trata del único servicio de este tipo en toda la comarca.

Perfil

En el informe realizado por el responsable del centro se explica que el perfil de las personas atendidas por primera vez cambió en la última década. Ahora se trata de vecinos más integrados en la sociedad. La mayor parte de las personas que acuden a la unidad son consumidores de alcohol y cannabis, aunque la cocaína también experimentó un crecimiento desde comienzos de siglo. Desde que el centro abrió sus puertas y hasta 2003 la mayor parte de los tratamientos los recibían consumidores de heroína. Esta sustancia todavía sigue estando detrás de casi un 10% de las consultas. La UAD de Cangas también ha ido diversificando su campo de actuación, hasta el punto de que ahora atiende incluso adicciones como la ludopatía.