El descenso en el número de parados en el sector industrial se debe, en gran parte, a que los obreros del sector naval, e incluso de la construcción, vuelven a hacer las maletas y buscan refugio en las plataformas petrolíferas. Muchos de ellos son de Moaña, en donde el peso de la industria siempre fue mayor que en Bueu y Cangas. Empresas del sector demandan mano de obra especializada, sobre todo soldadores y caldereros, en los últimos meses, aunque las condiciones ya no son las de antes de la crisis. Lo sabe bien el moañés José Luis Cancelas Silva, que lleva 15 años trabajando en las plataformas. "Agora volve a repuntar porque antes había traballo en terra e era difícil saír fóra, pero xa non hai máis remedio", explica.

No oculta que en algunas empresas los salarios son inferiores. La italiana Saipem solicitaba, hace unos meses, unos 40 soldadores y varios marineros. Los contactos de los obreros gallegos "e a boa fama que temos", hizo que se recurriese a personas con experiencia en la industria naval para cubrir muchas de esas plazas. Eso sí, antes los salarios para un soldador podían alcanzar los 5.000 euros mensuales. Ahora en algunos casos no llegan a 3.000 euros, "o que lle sirve ás compañías para competir á hora de conseguir contratos". Saipem está especializada en el transporte de plataformas y la instalación de tuberías para extraer petróleo o gas. Muchos trabajadores de la construcción en paro recurren a estos puestos incluso como marinero, para realizar las tareas que no requieren especialización.

Cancelas Silva, que se encuentra en Moaña de vacaciones, trabaja ahora mismo en el Mar Negro, en aguas de Rumanía. Explica que otra compañía con mucho personal de O Morrazo, Allseas, empezará a operar pronto con un nuevo buque de gran tamaño para transportar plataformas, por lo que se espera que necesite más personal. En esta compañía los salarios siguen siendo elevados y los obreros más cualificados pueden llegar a superar los 11.000 euros al mes de ingresos.

Ocho semanas

En las plataformas las campañas de trabajo suelen ser de ocho semanas en el mar por cuatro en casa. En donde sí mejoraron las condiciones es a la hora de formar a los trabajadores en cursos de supervivencia o lucha contra incendios.