La última asamblea de los comuneros de Beluso reeligió a Xosé Ramón Millán como presidente de la junta rectora. Él encabezaba la única candidatura presentada y este será su segundo mandato al frente de la comunidad de montes de la parroquia. Millán es uno de los veteranos del colectivo ya que formó parte desde los inicios de la gestora que en 1994 comenzó los trámites para conseguir la declaración como vecinales en mano común de los montes.

-Vuelve a presidir la junta rectora con una directiva con pocos cambios, ¿cuáles son los objetivos para este nuevo periodo de cuatro años?

-La verdad es que repetimos casi todos y sólo hubo un par de bajas por cuestiones de salud. Ahora lo principal será continuar con el pleito civil y hacer frente a los nuevos frentes jurídicos que se abren con la presentación de los recursos. Teníamos previsto realizar algunas actuaciones en el monte, pero tendrán que esperar y dependerán de lo que nos dejen en caja los costes jurídicos.

-Los recursos presentados por Promalar acaban de ser admitidos a trámite por el TSXG y el Tribunal Supremo. ¿Cómo afrontan los nuevos frentes?

-Con tranquilidad porque la Audiencia de Pontevedra, que es el tribunal competente, falló de manera contudente y estabelició que los montes son comunales. Una nueva sentencia significaría desmentir todo eso, que a nosotros nos parece irrefutable. Pero también hay incertidumbre. La otra parte (Promalar) tiene todo el derecho del mundo a recurrir, pero no entendemos como el Tribunal Supremo admitió a trámite su recurso cuando el competente es el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Esperemos que impere la cordura y que el Supremo lo devuelva al TSXG. Y el TSXG lo que verá en un recurso de casación, en el que lo único que se puede reclamar son vicios en el procedimiento legal.

-A esos recursos se suma otro, esta vez del Banco Popular, uno de los acreedores de la empresa.

-Tampoco se entiende. La entidad forma parte de la administración concursal y conocía perfectamente que estaba este pleito. La propia comunidad de montes cuando se abrió el proceso concursal en Promalar se personó para advertir que los terrenos de Beluso eran objeto de un pleito civil. Lo que no se entiende es que el banco recurra ahora porque conocía el proceso y porque según la ley debería esperar a que la sentencia fuese firme (aún no lo es por los recursos de Promalar).

-En todo caso esto implica alargar más los plazos de un proceso que no ha sido precisamente corto.

-Fuimos dos veces al Xurado Provincial de Montes y entre medias recorrimos toda la vía del contencioso-administrativo. La empresa está recurriendo para ver si entre tanto aparece alguna circunstancia que le resulte favorable. Pero nosotros llevamos en esta lucha 20 años y ahora no vamos a desistir por un año más.

-¿Qué implicará para la comunidad de montes continuar inmersa en esa disputa legal?

-Tenemos que afrontar nuevos gastos para personarnos en esos procesos. Gracias a las talas que realizamos recientemente disponemos de recursos, pero eso implica que las inversiones queríamos hacer en el monte tendrán que esperar. En estos momentos lo prioritario es la defensa de un bien patrimonial de la parroquia como son los montes.

-¿Cuáles eran sus planes para los montes?

-Después de las talas lo que pretendíamos era hacer una limpieza a fondo, incluyendo las zonas más cercanas a las viviendas, y reforestar con especies autóctonas. Eso tendrá que esperar y lo que haremos será limpiar algunas partes y ordenar el monte.

-Decía usted antes que están a punto de cumplirse 20 años desde el inicio de este proceso. Es mucho tiempo, ¿nunca tuvieron dudas o se plantearon arrojar la toalla?

-Comenzamos en el año 1994 y lo primero que hicimos fue abrir la vía administrativa, con el Xurado Provincial de Montes y ante el que tuvimos que pedir finalmente el silencio administrativo. Luego fuimos a la vía judicial a través del contencioso-administrativo y tuvimos que volver al Xurado Provincial, que sabíamos que nos tenía que dar la razón porque había montes que Promalar no reclamaba. Era el camino que había que seguir, pero sabíamos de manera clara que esto tenía que acabar en un pleito civil para determinar el dominio real. Siempre tuvimos claro que la inscripción en el Registro de la Propiedad a favor del Concello de Bueu, el uso inmmeorial del monte y la abundante documentación histórica aclaraban de manera contundente la titularidad vecinal de los montes. Siempre supimos que era una cuestión de tiempo que la Justicia diesen la razón y tenemos la esperanza de que el TSXG ratifique todo esto. Todo este camino perfectamente recorrido nos sirvió para acumular documentación, consultar archivos y preparar mejor nuestar petición.

-Usted estuvo desde aquel año 1994 en este proceso y ahora acaba de ser reelegido por segunda vez de la Comunidade de Montes. ¿Cómo valora a nivel personal la clasificación de los montes y qué pide para la comunidad?

-La clasificación de los montes es un motivo de gran satisfacción. Fue un trabajo al que dedicamos mucho tiempo y, tanto yo como otros miembros de la gestora y de la directiva, aportamos parte de nuestro patrimonio personal. Lo que esperamos ahora es que en el plazo de un año todo este proceso judicial esté resuelto y que los vecinos puedan disponer libremente del monte. Y a la comunidad de montes le vendría bien que en las próximas elecciones apareciese gente nueva y más joven. Los que estamos aquí ya tenemos una edad.