El Concello de Cangas otorgó ayer un plazo de 10 días a los inquilinos de la casa pintada de azul en la calle Real para que repusieran la legalidad urbanística. Así se lo transmitió ayer el edil de Urbanismo, Rafael Soliño (PP) en el transcurso de un encuentro que mantuvo con ellos en su departamento. Los inquilinos, que son los responsables de pintar la casa de azul, no la propiedad, deberán decapar la piedra para que quede vista y pintar la parte de arriba con con un color claro, bien blanco o crema, según especifica el propio Plan Especial de Reforma Interior (PEPRI) del casco vello de Cangas. Cabe recordar que la multa por infringir el PEPRI puede alcanzar los 6.000 euros.

Por lo que respecta a las cámaras de seguridad instaladas en la estación de autobuses de Cangas, los informes técnicos ya están encima de la mesa del regidor local y todo hace suponer que esta semana se lleve a cabo el precinto de las polémicas cámaras, los informes jurídicos avalan, según el edil de Urbanismo, el precinto.

Ayer se desconocía si las cámaras instaladas en la terminal la pasada semana estaban ya operativas.