La Comunidad de Montes de Moaña ha remitido un escrito al Servicio de Protección da Natureza de la Guardia Civil, Seprona, para que realice un control del monte por los daños que están sufriendo debido al pastoreo de caballos salvajes que se comen las repoblaciones de especies frondosdas, como también por las motos, quads e, incluso, bicicletas, que además de estropear las pistas, levantando el firme y abriendo surcos, lo hacen también por el propio monte circulando por entre los árboles y causando mucho destrozo.

El secretario de los comuneros, Ezequiel Fernández, asegura que en el escrito de denuncia se pone en conocimiento del Seprona que la Comunidad tiene aprobado en asamblea y registrado en la administración forestal la prohibición de pastoreo en el monte con el objetivo de proteger de caballos salvajes las repoblaciones jóvenes que se plantan. Ezequiel Fernández asegura que uno de los últimos daños se produjeron en el monte de Broullón, en O Telo y que en esa ocasión se vieron obligados a realizar un gasto extra de más de 10.000 euros para levantar un cierre con el fin de proteger la repoblación de roble americano que se había realizado en una extensión de 8 hectáreas. El secretario señala que el problema es que los caballos están sin identificar y cuando hay daños "nunca son de nadie". Por eso que van a ver la posibilidad, con la nueva Ley de Montes en la mano, de qué medidas más pueden adoptar. Por lo de pronto es ponerlo en conocimiento de la Guardia Civil para que haya más control. Los comuneros aseguran que también hubo daños en el monte Xaxán, en donde se hizo otro cierre y temen que los caballos también destrocen una repoblación de pino que están acabando en unas 18 hectáreas en el monte Formigoso y Agudelo, con plantas pequeñas de un año.

Respecto al daño de los vehículos, en el escrito dicen que están soportando la afluencia masiva de personas en moto y en quads, utilizando tanto las pistas como el propio monte, y que contribuye al deterioro de los terrenos que ellos gestionan y que se preocupan de arreglar. De igual forma inciden sobre los daños que también ocasionan ahora con las bicicletas de montaña fuera de los caminos y de las pistas, que originan surcos y erosiones en lugares de vegetación.

Por esta razón, la Comunidad de Montes pide a las patrullas de la naturaleza de la Guardia Civil que realicen un control y le marcan como las principales zonas de actuación las del monte Agudelo, desde Cruz da Maceira; y Monte Paralaia, desde el mirador de Outeiro hasta el alto del monte.