El pabellón de O Rosal, en Moaña, se convertirá durante unos días en la pista de entrenamiento de una treintena de expertos franceses en técnicas de defensa personal. Los deportistas llegaron ayer a la comarca y ya realizaron el primero de sus entrenamientos en un municipio que no deja indiferente al profesor que imparte el curso, José Antonio Fervenza, ya que Moaña es su tierra natal, aunque la mayor parte de su vida la pasó en Mulhouse, Francia. Fervenza es experto en técnicas de defensa personal, sobre todo en la denominada "Krav-Maga", un arte israelí que consiste en un combate de contacto.

El profesor reconoce que a lo largo del año suele realizar diversos cursos intensivos para todo tipo de profesionales, tanto policías como civiles. Pero en esta ocasión se inclinó por convocar a sus alumnos en la tierra que le vio crecer durante sus ocho primeros años de vida y en la que todavía permanecen algunos de sus familiares. "Cada año hacemos cursos y marchamos a países diferentes para dar clases y conocer también otras zonas y este año hablé con un familiar y decidí venirme hasta aquí con todos", indica.

Los alumnos que están en Moaña son de procedencias muy variadas e incluso hay jóvenes promesas del mundo del combate, como su propia hija de 17 años que ya es cinturón negro. "Imparto clases a personas muy diferentes, aquí hay policías, médicos, abogados y también enfermeras. Todos recurren a este tipo de clases para aprender a defenderse", concreta. Durante la tarde de ayer, realizaron diversos ejercicios por parejas y también realizaron una pequeña pausa para ofrecer un regalo al alcalde de Moaña, José Fervenza, y el edil de Deportes, Jorge Santomé. "Estamos agradecidos por poder contar con el pabellón de O Rosal y poder venir aquí a hacer el entrenamiento", explica el profesor.

Combate

José Antonio Fervenza lleva más de 25 años dedicado al mundo del kárate y hace más de una década decidió especializarse en Krav-Maga, una técnica de origen israelí que resulta "muy efectiva", ya que se basa en la defensa de cuerpo a cuerpo. Su trabajo consiste en enseñar sus técnicas no sólo a cuerpos de seguridad o policías, sino también a personas que, en un determinado momento de su vida, quieren aprender a defenderse. Normalmente, su actividad semanal se centra en 20 horas de clases, que combina con viajes por diferentes puntos de Europa, sobre todo Alemania, para entrenar a miembros del cuerpo de policías. "También trabajo en la formación de profesores y enseño a mucha gente particular que quiere aprender a defenderse por el tipo de profesión que desempeña", matiza.