La tensión aumenta entre los afectados de Novagalicia Banco en O Morrazo y la entidad. Ayer, los damnificados de Cangas mantuvieron un encuentro con el jefe territorial en Pontevedra de NCG, José Manuel Fernández, que le trasladó al colectivo su malestar con el colectivo por la presión que ejercen en las oficinas de la comarca. El responsable de la entidad aseguró que, en caso de que la presión no disminuya y no les permitan abrir más horas las oficinas, tomarán nuevas medidas para garantizar su derecho al trabajo. Asegura que los continuos cierres de las sucursales de Cangas y Moaña perjudican a los clientes, así como a los empleados.

Por su parte, la postura de los afectados es clara: quieren recuperar sus ahorros antes de que se agote la vía del arbitraje de Consumo. No obstante, durante la jornada de hoy el colectivo de Cangas mantendrá una reunión para decidir qué medidas tomar. En el caso de Moaña, continúan las protestas para presionar a la entidad, al gobierno local y a la Xunta de Galicia. Ayer los afectados volvieron a paralizar las comisiones de Deportes y Servizos Sociais con silbatos y gritos de protesta. El alcalde, José Fervenza, y los ediles Jorge Santomé y Mayka Maya abandonaron la comisión, mientras que los miembros de la oposición permanecieron sentados en el salón de plenos durante unos minutos hasta que el regidor dictaminó la suspensión de la sesión. Acto seguido, los damnificados mantuvieron una reunión, en la que determinaron que continuarán con su lucha e incluso incrementarán las concentraciones para exigir la devolución de sus ahorros antes de que se agote el arbitraje.

Apoyo de Fecimo

Por su parte, la Federación de Comerciantes e Industriais do Morrazo, Fecimo, quiere mostrar su profunda "preocupación" por el problema de las preferentes y subordinadas. Aseguran que esta situación perjudica la economía local y reduce la cantidad de dinero en circulación en la comarca y piden a las administración que velen por los intereses del colectivo y ofrezcan soluciones.