No existen fórmulas mágicas contra el cansancio ni tampoco recetas para evitar los efectos de la angustia. La cuarta jornada de encierro en el Concello de Moaña se califica, al igual que las anteriores, por un unido espíritu de lucha de un colectivo que no admite derrotas. Mientras que algunos de los damnificados tratan de pasar las horas jugando al parchís o a las cartas, otros buscan una forma de acomodarse en el suelo de la sala principal del consistorio.

Durante las noches, algunos ponen en marcha métodos para conciliar el sueño, una tarea que resulta prácticamente imposible. "Hay gente que enlaza los turnos en la oficina con los del Concello, estamos muy implicados porque queremos nuestro dinero", explican. Entre los afectados también se encuentran personas que presentan diversas dolencias que le impiden pasar la noche en el Concello, sin embargo, "nos combinamos lo mejor posible y siempre hay un grupo de gente a cualquier hora en el Concello y en la acampada". La mayoría del colectivo respalda la decisión tomada en asamblea de continuar con las dos protestas, máximo si la intención de Novagalicia Banco es reiniciar la actividad ordinaria en la sucursal central. "Nosotros seguiremos igual con nuestras protestas hasta que todos recibamos nuestro dinero tal y como hicimos durante los últimos quince meses", especifican.

Los damnificados que permanecen encerrados en el Concello están acompañados por miembros de los diferentes grupos políticos del municipio, que incluso se suman a las largas noches dentro de la sala de plenos, tal y como se comprometieron durante el día de la sesión plenaria. "Por ahora no se plantean cambios", matizan.

Programa

Después de la época festiva, el colectivo inicia una nueva semana que comienza con una pequeña "tregua" en el panorama reivindicativo. La plataforma decidió en asamblea suspender durante la jornada de hoy sus protestas en las oficinas "por respeto hacia los pensionistas".