El mal tiempo y las constantes lluvias vuelven a repercutir en la seguridad vial de las carreteras de Moaña. Durante la pasada madrugada del jueves, un talud de piedras y tierra se derrumbó sobre la PO-551, a la altura del alto de A Guía.El incidente se produjo hacia las tres de la madrugada y un particular dio la señal de alarma a la Policía Local del municipio cuando circulaba por el vial. Como consecuencia del desprendimiento, las rocas invadieron la acera y el carril en dirección Moaña, imposibilitando el paso a los vehículos y peatones y poniendo en riesgo la seguridad vial.

Minutos después de la llamada de alerta, una patrulla de la Policía Local llegó al lugar de los hechos para comprobar la gravedad del incidente y señalizar la zona para evitar posibles choques. A continuación, llegó una brigada del servicio de conservación y mantenimiento de carreteras.Los operarios limpiaron la calzada en dos horas y la zona quedó totalmente despejada.

Preocupación

Por su parte, desde la federación de asociaciones vecinales A Chamusca alertan de los reiterados accidentes que se produjeron en los últimos días en las carreteras moañeses, la mayoría concentrados en zonas como Domaio, Caiagua o la curva da Pandiña. Aseguran que se trata de auténticos "puntos negros" en las carreteras y piden al gobierno local que tome las medidas pertinentes para evitar que la cifra de accidentes continúe en auge.