Aún con el cadáver de Residencial Marina Atlántica caliente, ya hay empresas que se interesaron por los terrenos que en tierra tiene esta firma en liquidación y donde se pretendía realizar esa macrourbanización de 750 viviendas. "Máis barato non o van a comprar", comentaba ayer uno de los ediles a los que se dirigió una empresa interesada en conocer la situación de los terrenos en tierra. Es verdad que desde Residencial Marina Atlántica y desde Puentes y Calzadas, que inició su construcción, siempre ligaron el proyecto urbanístico en tierra al puerto deportivo. Aseguraban que si no se hacía una cosa no se haría la otra. Pero la situación del país cambió radicalmente. El ladrillo está en crisis y 750 vivienda ahora serían imposibles, además de que la empresa que adquiriera los terrenos debería tener liquidez para afrontar el proyecto, aunque fuese mucho más modesto, con su propio dinero, ya que los bancos se están retirando de estas operaciones inmobiliarias. Pero también es verdad que parte Residencial Marina Atlántica había vendido el 51% de los derechos a la extinta Caixanova.