Las habituales jornadas de protesta de los afectados por las preferentes y subordinadas en O Morrazo tuvieron ayer como protagonista la oficina de NCG en Beluso. A ella se desplazaron durante la mañana un grupo de damnificados de Cangas y Bueu. En total fueron unas 40 personas las que accedieron al interior de la oficina y paralizaron el trabajo en ella por espacio de aproximadamente hora y media sin que hubiese que registrar incidente alguno en su manifestación. La reivindicación se producía tan solo horas antes de que se conociesen los primeros datos acerca de la quita auspiciada desde el gobierno central.

"Armados" con bocinas, pitos y sus pulmones, los afectados cantaron las habituales consignas en contra de la actuación de la banca y reclamando la devolución íntegra de sus ahorros. Fue un espectáculo acústico que tuvo como invitados de excepción a la Guardia Civil, que se limitó a presentarse en el lugar para garantizar que no se produjese ningún tipo de altercado, por lo que su intervención no se extendió más allá que la de una mera labor de vigilancia. Mientras, varios curiosos presenciaban desde el exterior el suceso, que sorprendía a más de uno que paseaba por la parroquia buenense.

Los manifestantes mantuvieron, asimismo, una pequeña entrevista con el director de la sucursal, que les expuso que había tres personas más aceptadas para la vía del arbitraje, que ha permitido la devolución de los ahorros de un notable número de afectados. Alrededor de las 12 de la mañana los manifestantes decidieron retirarse de forma tan pacífica como en su acceso a la oficina y abandonaron el lugar.