Portos de Galicia abrió expediente sancionador a los arquitectos autores del proyecto de las casetas de los marineros: Jesús Irisarri y Guadalupe Piñeira. A la administración autonómica se le ha acabado la paciencia y empujada por las continuas quejas de los usuarios y del gobierno local decidió actuar. También pesó, y bastante, en su decisión, el hecho de que en el mes de noviembre del pasado año, la reforma costeada por las arcas de Portos de Galicia con 36.000 euros quedara en evidencia. Las placas de policarbonato no sirvieron para minorar los 136 decibelios de ruido que provoca el viento al chocar contra esta estructura metálica en forma de nido de abeja. El ruido es tan molesto que alcanzó fama. Si no fuese porque impide el descanso, sería un atractivo turístico más de la villa canguesa. Pero la fuerza del viento del suroeste contra las casetas de los marineros se hace insoportable para los vecinos y los usuarios.

Los 136 decibelios superan el doble de lo permitido legalmente, de ahí que Portos de Galicia decidiera actuar, expuesta a ser sancionado. Se puso manos a la obra y decidió que fueran los propios arquitectos quienes ofrecieran una solución. Irisarri aseguró a Portos de Galicia que el problema quedaría resuelto con la instalación de placas de policarbonato que, por supuesto, pagó Portos de Galicia con dinero del erario público. El regidor local José Enrique Sotelo ya había advertido al presidente del ente, José Juan Durán que el sistema de Irisarri no iba a valer de nada, que supondría gastar dinero en balde. Y no le faltó razón. Sotelo criticó en su momento el alto coste del proyecto para reducir el ruido. Después de que Portos de Galicia asegurara que era consciente de la ineficacia del sistema, el arquitecto Irisarri manifestó que la solución estaba en manos de la administración.

Portos no quiere adelantar más detalles, ya que se trata de un expediente contra particulares, ni tampoco da detalles sobre la sanción o medida condenatoria que pueda salir del citado expediente. Lo malo es el dinero que ya se gastó en plena época de crisis.