La Agencia Tributaria acaba de darle una desagradable sorpresa a muchos vecinos de O Morrazo, todos antiguos trabajadores en el exterior durante la emigración. La delegación de Pontevedra está remitiendo notificaciones a los antiguos emigrantes reclamando el pago de importantes cuantías económicas por no haber incluido en sus declaraciones de la renta los rendimientos derivados de las pensiones obtenidas en el extranjero. La reclamación tiene efectos retroactivos ya que las primeras citaciones se refieren al ejercicio fiscal 2008. La situación ha cogido totalmente por sorpresa a los afectados, que califican la medida de "injusta", y están dando los primeros pasos para constituir una plataforma de ámbito autonómico para intentar hacer valer sus derechos. "Esto no afecta solo a O Morrazo, sino a muchos más lugares de Galicia porque durante la emigración fuimos miles de personas las que fuimos a Europa a buscarnos la vida", explican algunos de los afectados, como Martín González, Ángel Bernárdez o Agustín Rodal.

Las primeras cartas comenzaron a llegar hace aproximadamente un mes y a cada afectado se le notifica una propuesta de pago o liquidación provisional, por lo que después aún disponen de un plazo de 10 días hábiles para presentar alegaciones. Las cuantías que reclama la Agencia Tributaria oscilan en función de sus pensiones y sus rendimientos, pero se mueven entre los 1.000 y los 2.000 euros sólo en el primer año. En esa cantidad se incluyen recargos por la demora e incluso una multa de 41 euros por no haber presentado la declaración de la renta, según explican los antiguos emigrantes afectados. Pero además en la notificación se advierte que si durante este proceso "se detectara una posible conducta infractora" se podría abrir un expediente sancionador, con la consiguiente multa.

Los afectados han recibido con estupefacción estas cartas de la Hacienda española y aseguran sentirse desprotegidos. "Cuando nos fuimos a trabajar al extranjero lo hicimos en base a los convenios que España firmaba con países como Holanda o Alemania y allí teníamos el asesoramiento de una oficina laboral del Gobierno español, que estaba anexa a la embajada", explica uno de los afectados, Martín González. "Siempre nos dejaron claro que cuando regresáramos a España no teníamos que presentar declaración a no ser que nuestros ingresos llegasen a un determinado tope, al que la mayoría no llegamos, o si montábamos un negocio", añade. Esa convicción se ha visto reforzada durante estos años porque la mayoría presentaban declaración de la renta por las pensiones que perciben de la Seguridad Social española, a la que cotizaron durante un periodo muy inferior. "En las asesorías fiscales siempre nos dijeron que la pensión del extranjero estaba exenta", afirman.

La explicación que han podido obtener hasta la fecha es que desde 2007 los países de la Unión Europea se intercambian esta información fiscal y fue al cotejar esa información cuando la Agencia Tributaria detectó las diferencias denunciadas. "Nos reclaman desde el año 2008 porque lo anterior se supone que ha prescrito", manifiestan.

Algunas fuentes de asesorías consultadas ayer muestran algunas dudas al respecto ya que entienden que "los rendimientos de trabajo no tendrían porque declararlos porque ya pagaban fuera, pero las pensiones sí que habría que declararlas en España".