La intención de la concejala de Policía del Concello de Cangas, Marisa Prieto, es buscar el consenso con la oposición. Desde el gobierno se quiere demostrar que hay voluntad política para llegar a un acuerdo. Yes que tampoco Marisa Prieto quiere que se repitan las críticas que tuvo con la famosa ordenanza del botellón, donde desde algunos grupos de la oposición se le acusó de no intentar consensuar la ordenanza. La propuesta del gobierno es una propuesta muy similar a la que hay en otros concellos. Por su articulado se puede entrever que no tiene ningún afán recaudatorio y que el objetivo final es la ordenación de los aparcamientos, claro que deja abierta la vía a incorporar nuevas calles a la zona azul, lo que siempre supondría una molestia. El borrador obedece también a una presión por parte de los vendedores de la plaza de abastos, que en una reunión que mantuvieron con el alcalde de Cangas, José Enrique Sotelo, ya le expusieron la necesidad de establecer de nuevo una medida para regular el aparcamiento. La primera, también en época de gobierno de Sotelo, no funcionó. El Concello de Cangas acabó con una deuda con la empresa que expendía los tickets y el hoy concejal de Obras, Nardo Faro Lagoa (UPAC) ganó un juicio al Concello porque la decisión fue adoptada en junta de gobierno en vez de acordarla en pleno.

Marisa Prieto va a tener que lidiar de nuevo con Nardo Faro Lagoa. Desde luego no será fácil, porque el concejal de Obras nunca había sido partidario de un sistema de estacionamiento limitado, claro que no sería la primera vez que cambia de opinión. Además, las relaciones entre ambos no son muy buenas. El edil acostumbra a meterse en las competencias de la concejala más de lo que ella quisiera. Nardo Faro es el incómodo socio de gobierno al que hay que consentir.