Tras cancelar ayer tres cuentas que el Concello de Cangas tenía con Novagalicia Banco (NCG), el alcalde de Cangas, José Enrique Sotelo (PP), manifestó con total rotundidad que no le temblaría el pulso a la hora de adoptar nuevas medidas de fuerza tendentes a que los afectados por las preferentes y las obligaciones recuperen su dinero. Dejó claro también que ni el gobierno de la Xunta de Galicia ni el del Estado estaban haciendo lo suficiente, porque era evidente que el problema seguía ahí. "Cando un problema non se resolve é que non se está facendo todo o que se pode facer. Basta ver os datos. A día de hoxe as solicitudes de arbitraxe incrementáronse e os casos pendentes de resolver son máis que cando eu fun a visitar al presidente de NCG, José María Castellano", declaró.

El cierre de las cuentas, que se produjo alrededor de las 12.00 horas y coincidió durante el tiempo que los afectados cerraron la oficina principal de NCG en Cangas, ubicada en Eugenio Sequeiros, es tan solo una de las medidas que ayer anunció como apoyo a los afectados. Anunció que elevaría al fiscal los casos más sangrantes, esos relacionados con personas de más de 80 años que ni tan siquiera firmaron ningún documento. El regidor local también anunció que pondría a disposición de los afectados un gabinete jurídico, bien del propio concello, o externo, con el fin de preparar la vía judicial.

Dos de las cuentas canceladas ayer no son precisamente baladí, como las cuatro anteriores que el Concello había cancelado con esta entidad. En esta ocasión se cerraron dos cuentas tan importantes como la de ingresos (por la que se cobrar tasas y licencias) y la operativa de gastos, relacionadas con las nóminas del personal del Concello de Cangas.

José Enrique Sotelo considera que tanto NCG como las administraciones "temos que facer algo máis. Non quero ser cómplice desta burda estafa", dijo el regidor local en la delegación de la Alcaldía en Eugenio Sequeiros (caseta de obra). Añadió que todo tiene un límite y que la paciencia en estos momentos se acabó. Aseguró que no era una amenaza, pero desde luego no fue tampoco ningún ramo de flores ni para la entidad ni para las administraciones públicas donde mandan miembros de su mismo partido político. Insistió en que el de las preferentes y obligaciones era el problema más grande que tiene Cangas en estos momentos, con 20 millones de euros "que están nas máns que non debería estar". José Enrique Sotelo se mostró más confiado en que el problema de las subordinadas tuviera una más pronta solución, aunque esperaba que la quita no fuera la del 25%, sino del 10% como le comunicaron, de lo contrario no estarían solucionando el problema, sino creando otro.

El alcalde de Cangas dijo que se están pensando en más medidas de fuerza, porque que nadie piense "que o problema vaise disolver como un azucarillo".