Los afectados por las preferentes de Moaña reventaron ayer la reunión de alcaldes y portavoces de la Mancomunidad de Municipios de O Morrazo que debía de celebrarse en la sala de comisiones del Concello de Cangas, sede en estos momentos del ente supramunicipal que por turno gobierna desde el año pasado José Enrique Sotelo.

Los afectados pedían reunirse con los tres alcaldes (el de Bueu, Félix Juncal no había llegado todavía y fue advertido por su homólogo de Cangas, José Enrique Sotelo, de que la reunión se suspendía) con la intención de pedirles que presentaran su dimisión ante sus partidos políticos correspondientes. Pero el presidente de la Mancomunidade de O Morrazo les dijo que los recibiría después de la reunión. La oposición en pleno pidió que lo hiciera antes, a lo que el alcalde de Cangas se opuso de manera rotunda. Según el regidor era una cuestión de minutos, porque se trataba solo de entregar la documentación. Pero cuando vio que la oposición se levantaba, consideró que se trataba de un boicot sin fundamento y cambió totalmente de táctica. Cambió la orden que dio a la Policía Local para que permitieran pasar a los afectados y suspendió la reunión, saliendo por la puerta del consistorio ante el abucheo de los afectados por las preferentes. La oposición entiende que Sotelo debió de permitir hablar a los manifestantes, porque aunque los vecinos eran de Moaña, allí se estaba en una reunión de la Mancomunidade de Municipios de O Morrazo, y ellos también eran vecinos de O Morrazo. Hubo afectados que recriminaron duramente a los concejales de la oposición de Cangas por apoyar a Sotelo en su estrategia con las preferentes. Consideran que está engañando a la gente con la caseta de obra y que los concejales que lo consienten son iguales.

Sotelo está convencido de que hubo un trasfondo político en la actitud de la oposición de ayer. Mencionó de que hay algunos partidos que se quieren aprovechar de las miserias de la gente. "Algunos quieren tener sus minutos de gloria. Si piensan que los alcaldes somos los enemigos, apañados vamos. Lo que hay es mucha ave carroñera. Yo tengo un compromiso con mis vecinos y lo voy a cumplir. Dimitir no serviría de nada", señala Sotelo.