Nunca habían estado en Moaña y algunos ni siquiera habían visto el mar. Los 16 estudiantes del proyecto de intercambio cultural "Comenius" disfrutaron ayer de su primera jornada en el municipio de la mano de la profesora y coordinadora María González y sus alumnos del departamento de francés del IES As Barxas. Los 16 alumnos y 17 profesoras de Bulgaria, Eslovaquia, Turquía, Francia, La Martinica, Italia y Polonia fueron recibidos en el centro escolar con el sonido tradicional de las gaitas, una melodía que conquistó sus gustos y que les ayudó a comprender las raíces musicales de la comarca.

Después de una visita guiada por el instituto y de una primera charla de iniciación, los jóvenes extranjeros -acompañados de los anfitriones moañeses- se trasladaron a uno de los bancos de marisqueo para comprobar cómo es la extracción de la almeja y la navaja. Las mariscadoras de Moaña les mostraron con atención cada una de las maniobras necesarias para obtener una buena captura mientras los jóvenes no salían de su asombro. "Me pareció increíble, me gustó mucho la experiencia", explicaban.

La explicación práctica entusiasmó a los chicos que, guiados por las expertas trabajadoras, lograron capturar alguna que otra almeja. "Cogí alguna pero se la di a las trabajadoras porque fueron muy amables", confesaba una de las alumnas. Después de la lección, los estudiantes más atrevidos no ocultaban su deseo de probar la gastronomía típica de la comarca. "Seguro que están muy ricas, me gustaría probar las almejas y otros productos del mar antes de marchar", confesaban.

Por la tarde, los estudiantes continuaron con el programa de actividades culturales en el centro escolar. Allí, los visitantes enseñaron fotografías de sus ciudades o pueblos natales e incluso comentaron las costumbres de su país. "Los alumnos extranjeros estarán estos días con las familias de los jóvenes de Moaña para conocer mejor nuestra cultura y perfeccionar el francés", indica la coordinadora.

Después de esta agradable visita, serán los alumnos del IES As Barxas los que viajen a los distintos países colaboradores para conocer en primera persona sus costumbres y formas de vida. Admiten que esta experiencia es muy positiva para su conocimiento, ya que tienen la oportunidad de viajar y "hacer amigos". "Es muy probable que continúen su amistad gracias a las redes sociales y siempre se acordarán de las cosas que aprendieron" , sentencia una profesora de Francia.