El futuro vital y los misterios del destino forman parte del guión del nuevo cortometraje del moañés Juan Parcero, un amante del arte que quiere mostrar retales de su imaginación en pantalla. "Non tocar" es el nombre del séptimo trabajo audiovisual del autor local, que pretende atrapar al público en un trama de secretos con tintes fantásticos. El gran estreno de su nueva obra es el próximo viernes en la cervecería La Hacienda, de Moaña, a las diez de la noche.

En este nuevo proyecto participan varios actores destacados, como Fran Paredes, Sonia Rúa o Mighello Blanco. El director confiesa que cuenta con "presupuesto cero", pero las ganas de trabajar y hacer realidad su sueño hacen que los cortometrajes se conviertan en una realidad. Además, resalta "las ganas de hacer cine" de sus amigos y colaboradores, que son una pieza fundamental dentro de sus grabaciones.

La fantasía y la sorpresa se dan la mano en la nueva producción del moañés, en la que existen importantes cambios para intrigar al público. Asegura que se trata de un thriller en el que no falta el misterio y los caprichos del destino. La temática es muy variada y resaltan los saltos de guión y el factor sorpresa, capaz de entusiasmar a los espectadores.

Experiencia

Parcero reconoce que su experiencia en el sector audiovisual nació de forma autodidacta. Y es que, para él, la transmisión de la vida mediante el uso de las palabras adecuadas es su verdadera vocación. Confiesa ser un amante del arte en general, además de un lector compulsivo. El premio Lar Gallego de Sevilla, en 2010, dio impulso a su carrera en el mundo de las letras. Su primera novela, "Sangue no ollo" supuso un punto de inflexión en su vida como autor y, a partir de ahí, decidió hacer realidad sus relatos a través de la imagen.

Su primer cortometraje, "Idea olvidada", surgió gracias a la colaboración de familiares y amigos. Reconoce que el contacto con las cámaras fue muy positivo, por lo que pronto organizó una segunda cita audiovisual, de la que surgieron los cortos "Tempófago" y "Ao mesmo tempo". Fue entonces cuando comenzó a reunir a varios profesionales en el plano actoral y técnico para dar vida a sus siguientes trabajos: "Círculo vicioso", "Culpables" y "A promesa".