La adjudicación de las obras para acondicionar una oficina de empleo en un local alquilado por la Xunta en la Avenida de Vigo que sustituya a la actual de O Forte ha abierto un nuevo enfrentamiento entre el alcalde de Cangas, José Enrique Sotelo, y la conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, que mantuvo la propuesta a pesar de las quejas por "despilfarro de dinero público" realizadas por el regidor y trasladadas al presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo. Con los trabajos ya adjudicados -a la empresa Construcciones Orega, S.L., por 265.983 euros-, Sotelo sostiene que aún no se ha dicho la última palabra en este asunto, advierte que las obras "no tienen licencia municipal" y anuncia que el Concello "fiscalizará al máximo" los requisitos y no le dará permiso "si no se cumplen escrupulosamente".

"Que yo sepa, para hacer una obra como esa hace falta licencia municipal, y ellos no la tienen", avisa el alcalde en tono retador. "Y desde luego haré lo posible por no dársela, porque es un auténtico despilfarro del dinero de todos y que estaría mejor empleado en otras cosas", añade. "Si en vez de hacerle oficinas a los parados lo dedicaran a crearle empleo...", sentencia, y repite que la Administración dispone de inmuebles parados o infrautilizados que podrían destinarse a oficina de empleo, si la de O Forte ya no cubre las necesidades. Entre esas instalaciones públicas cita el antiguo edificio de la Cámara Agraria, próximo al consistorio, que cumple los requisitos de ubicación y superficie necesarios. "No es normal subastar un inmueble que es patrimonio público para entregarle el dinero recaudado a los sindicatos agrarios, que ni siquiera son de Cangas, mientras aquí tenemos que emplear el dinero en alquilar otros", rechaza.

El máximo responsable del Gobierno local no cree que sus reacciones al desembolso de la Xunta en un nuevo local vayan a sorprender a sus responsables y la acusen de abrir otra polémica, porque "la conselleira ya estaba advertida del desaguisado en que se estaba metiendo, y así se lo comunicó también el presidente Feijóo después de trasladarle mis quejas, en plena campaña", afirma. Aún así, Beatriz Mato "hizo caso omiso".

Puntualiza el alcalde que no se opone a una mejor atención a los parados, sino "justamente a lo contrario", a que se dilapide dinero público en obras prescindibles, en un local alquilado y con una elevada renta mensual que tendrá que pagar la Xunta, mientras escasean los fondos para atender otras prioridades. "Con 400.000 euros sacaríamos a cien personas del paro, al menos durante unos meses, y esa sí es una necesidad urgente". Reconoce que el alto índice de paro ha dejado pequeña y necesitada de reformas la actual oficina de empleo de Rodeira, pero insiste en que hay alternativa menos gravosas para el erario público e igual o más eficientes que la que ha elegido la Consellería de Traballo. Reitera que no solo se trata de una inversión inicial en un local ajeno a la Administración, sino de la "sangría" mensual que supondrá el pago de un alquiler mientras existen alternativas de inmuebles que forman parte del patrimonio público.