La noche y el público estaban preparados para ofrecer a Eugenio Santos el homenaje que se merece. Una serie de coincidencias casi imposibles hicieron posible que los cangueses pudieran admirar las composiciones para guitarra que Luis Eugenio Santos había hecho con motivo del nacimiento de su primer nieto. Fue el reto de su hijo Tiago Santos el que propició que Eugenio Santos se aventurara en el arte de la composición musical. Así surgieron las "Cantigas para un neno que nace". Ayer fueron interpretadas con mimo por la estradense Isabel Rei, que había tenido oportunidad de conocer la obra de Eugenio Sequeiros cuando estuvo de profesora en el Conservatorio de Música de Cangas. Con una delicadeza casi sublime y desde un profundo respeto, Isabel Rei pagaba ayer en Salasón una deuda que tenía con Cangas, al tiempo que acompañaba a su amiga Susana Sánchez en la presentación de su libro de poesía. "A noiva e o navío".

En la emblemática Salasón estaba ayer ese hijo que había convencido a su padre para que compusiera y también estaba ese nieto al que va dedicada la obra. Fueron muchos los cangueses que se acercaron a descubrir la faceta oculta de este médico que falleció con 102 años en Cangas en el mes de febrero.