Esta misma semana el presidente de Portos de Galicia visitaba Bueu y acompañado del alcalde, Félix Juncal, y del portavoz del PP y patrón mayor, José Manuel Rosas, daba casi por descartada la construcción del puerto deportivo de Pescadoira y emplazaba al "consenso" ante cualquier actuación en la zona. Esas declaraciones no convencen del todo al consistorio, que acaba de formular sus alegaciones dentro del periodo de consulta abierto por la Consellería de Medio Ambiente. Esas alegaciones incluyen un documento de cuatro folios redactado por los servicios técnicos y en el que se reclama un "detallado" estudio de impacto ambiental. Pero el Concello incorpora además un prolijo informe de 103 páginas elaborado por la consultora Lagares Ingeniería y en el que advierte de daños irreparables en los fondos y la fauna marina, así como en la propia playa de Pescadoira.

El mismo documento estima que se ocuparían más de 24.000 metros cuadrados de lámina de agua y se generarían más de 100 millones de kilogramos de residuos. Además la construcción del puerto deportivo frena un posible crecimiento de la dársena pesquera. "Impide o aumento de amarres para a actividade pesqueira e, por outro lado, limita a lámina de auga para o uso e desfrute dos socios do clube privado", apunta. Así, con este informe en la mano el Concello de Bueu fijó ayer de manera nítida su postura. "O alcalde e o grupo de goberno temos claro que non imos apoiar ningún proxecto que supoña ir en contra dos intereses do Concello e do pobo de Bueu", afirmó Félix Juncal. El regidor manifestó de manera categórica que "non podemos apoiar ningunha iniciativa que supoña poñer en risco os valores ambientais, turísticos e que sexa perigosa para o sector da pesca". El periodo de consulta abierto por Medio Ambiente para determinar si es necesario o no un informe de impacto ambiental concluyó ayer sábado y las alegaciones municipales fueron suscritas también por PP y PSOE.

El informe elaborado por Lagares Ingeniería detecta "carencias" en la documentación, echa de menos una justificación "máis pormenorizada e rigorosa" del proyecto y los técnicos entienden que hay una serie de "aspectos relevantes" que no se tratan en el mismo. Citan en primer lugar el hecho de que Portos carece de los terrenos necesarios porque los espacios que pretenden ocupar "son de titularidade diferente á do promotor das obras [Portos]": 510 metros cuadrados de propiedad municipal, 103 de viales privados y finalmente 25.565 de dominio público marítimo-terrestre fuera de abscisión portuaria. También falta encaje legal dentro del POL, que considera la ensenada de Bueu como una "unidade de paisaxe" y plantea la necesidad de redactar un Plan Especial.

Pero también achacan outras "ausencias" destacadas: un estudio sobre la demanda real de plazas de atraque, viabilidad económica o referencias a los elementos catalogados por Patrimonio. Uno de los documentos que reclama el ayuntamiento y que no se encuentra en el proyecto es un estudio de dinámica litoral, un análisis que debe determinar los posibles efectos de ese hipotético puerto deportivo en el entorno.

La principal preocupación son las consecuencias sobre las playas de Pescadoira, Petís, Loureiro, Agrelo y Portomaior. El informe de Lagares hace hincapié en las afecciones sobre los dos primeros. Advierte que las obras de construcción del puerto generarían unos niveles de turbidez en las aguas y unos riesgos de contaminación que impedirían el uso para el baño. Esa situación parece que tampoco mejoraría una vez concluidos los trabajos: "Provocará unha diminución da renovación das augas [...] producindo un efecto estanque, o cal conlevará unha maior concentración de compostos de hidrocarburos" y otros efectos contaminantes que producirán un "efecto disuasorio" sobre el uso de la playa. Además los primeros pantalanes estarían a una distancia de 26 metros de la playa, lo que también implica riesgos para los bañistas.