En la comarca de Pontevedra se diagnostican cada año alrededor de 30 nuevos casos de parkinson, un trastorno neurodegenerativo crónico cuya incidencia aumenta a partir de los 50 años, aunque en casos excepcionales puede detectarse incluso antes de los 40. A estos pacientes dedica su labor la Asociación Párkinson Galicia-Bueu, que ayer celebró su primera gala en Pontevedra y cuya presidenta, Begoña Cerqueiro, explica que "nacimos en el año 2003, a partir de un grupo de pacientes de Bueu se decide crear una asociación con el apoyo de la Asociación de Coruña, que fue el primer Párkinson Galicia, y a partir de ahí empezamos a dar información a los pacientes, a hacer terapias, contratamos a una terapeuta especialista en pacientes neurológicos y así fue como iniciamos nuestra andadura".

–¿Cuántos socios forman parte hoy de Párkinson Galicia en la provincia de Pontevedra?

–Somos en la actualidad sobre unas 120 familias.

–¿Aparece el párkinson cada vez en edades más tempranas?

–No es tanto que aparezca en edades más tempranas como que cada vez se conocen más casos, se detectan más, normalmente el párkinson aparece entre los 45 y 55 años y también hay una parte de parkinson en jóvenes, cuando la enfermedad aparece antes de los 30 años.

–¿Qué lo primero que identifican en las familias que acuden a su asociación?

–Lo primero que vemos en los pacientes de párkinson y en sus familias es la falta de información, cuando un paciente con su familia llega al médico le plantea que está mal pero no sabe lo que pasa, normalmente el parkinson se asocia al temblor pero no siempre es así, ni es el primer síntoma ni el más acuciante, sino que hay una lentitud en los movimientos, una falta de reflejos y simplemente no saben lo que pasa. Muchas veces hay errores de diagnóstico inicial porque el médico de cabecera no lo diagnostica inicialmente y normalmente hay un periplo por distintos médicos hasta llegar al neurólogo que es el que habitualmente lo diagnostica. A partir de ahí te dicen que tienes parkinson, te dan una medicación y ahí se acaba la información a la familia, con lo cual ellas están desconcertadas ante la enfermedad, como evolucionará, normalmente es una enfermedad de evolución lenta y que no te mata, no te mueres de parkinson, pero tampoco se cura, te mueres con parkinson, y ellos se enfrentan sobre todo al desconocimiento.

–A mayores de los fármacos ¿de qué otros modos se abordan los síntomas de la enfermedad?

–Las terapias complementarias son muy importantes, como la fisioterapia, la logopedia, los ejercicios orientados a la marcha, al equilibrio y a la coordinación de movimientos son definitivos en la evolución de la enfermedad, en su progreso. Lo que sucede es que asociado al parkinson hay un problema añadido, que es el aislamiento social de los pacientes, el no querer enfrentarse a la enfermedad, el pensar "yo me tomo esto y ya estoy bien" y no, realmente hay que empezar a tratarla desde el punto de vista terapéutico cuando antes, porque cuanto antes intervengamos más podemos evitar el progreso de la enfermedad y más podemos conservar.

–¿Qué servicios ofrecen a los pacientes desde la asociación?

–Ofrecemos terapias individualizadas y especializadas, talleres de memoria y no sólo eso sino también talleres cognitivos dado que los pacientes de parkinson no tienen déficit de memoria sino problemas tal vez de conceptos. También ofrecemos hidroterapia y trabajo sobre la marcha y el equilibrio en una piscina a una temperatura cálida, porque en agua fría no trabajan bien, que es una terapia que nos ha hecho merecedores de premios a nivel nacional y realizamos un estudio en colaboración con la Universidad de Vigo. Otra de las ofertas es gimnasia para personas con movilidad reducida, que es un taller que impartimos en Bueu, también logopedia (en Bueu y en Pontevedra), talleres de apoyo psicológico y también otros pensados para las familias.