La ordenanza que regula la Inspección Técnica de Edificios que Cangas aprobó en el año 2006 pasa completamente desapercibida, tanto que hasta el propio arquitecto municipal dudaba de que existiese este documento. La caída de cascotes de la fachada del número 66 de la calle Real obligó a revolver en los cajones y a desempolvar una ordenanza que el concejal de Urbanismo del Concello de Cangas, Rafa Soliño, ya advierte que no tiene pensado hacerla operativa. Considera que en momentos de crisis económica como los que se viven la aplicación de la ordenanza supondría una especie de impuesto indirecto para los ciudadanos, ya que se les obligaría a contratar a técnicos para elaborar un informe.

Rafa Soliño afirma que ahora mismo, el gobierno municipal lo que aplica es los artículos de la Lei de Ordenación Urbanística y Protección del Medio Rural de Galicia (LOUGA), con la que trata de solventar situaciones como la del martes o la de hace una semanas en un inmueble del Espíritu Santo, del que también cayeron cascotes a la vía pública. Aunque la ordenanza municipal lo establece, el Concello de Cangas no impone multas a los propietarios de los edificios o viviendas que no realicen las oportunas tareas de conservación y que van de 300 a 600 euros.

El gobierno local está actuando bien de oficio (las menos de las veces) o a través de denuncias o alertas de los vecinos. Es entonces cuando los técnicos municipales realizan inspecciones a los edificios en cuestión y se dictan órdenes de ejecución, como la que se van a dictar en el caso del inmueble número 66 de la calle Real, en las que se obliga a los propietarios a que revisen, apuntalen y aseguren su fachada, lo mismo que se hizo con los propietarios del edificio del Espíritu Santo donde también cayeron cascotes.

En estos momentos, en el casco histórico de Cangas hay hasta seis órdenes de ejecución. En esta situación también está la zona de Massó. El Concello de Cangas remitió a sus propietarios, la empresa Marina Atlántica, una orden de ejecución, encomendándole que limpiara y asegurara la zona. A pesar de que la carta ya fue remitida hace más de un mes, el Concello de Cangas todavía no recibió contestación. Según la propia Louga, en este caso el Concello podría actuar de oficio.

Hay que señalar que la Louga hace referencia a la obligación de revisar los edificios que tengan más de 40 años. Sin embargo, los cascotes protagonistas de estos días cayeron de edificios con 20 años.

Este año sería el turno de los edificios de 1981

La ordenanza municipal de Inspección Técnica de Edificaciones (ITE) establece que las edificaciones construidas hasta 1939 debía pasar la inspección en el año 2007, las construidas entre los años 1940 y 1949, debía de pasar la inspección en el 2008; los inmuebles levantados entre los años 1950 y 1959 tendrían que hacerlo en el 2009. los edificios construidos entre 1960 y 1969 debía pasar revisión en 2010; las edificaciones levantadas entre 1970 y 1980, durante el año 2011, mientras que las edificaciones construidas en 1981 se debían estar revisando ahora, en 2012.

La ordenanza fue elaborada cuando José Enrique Sotelo aún gobernaba Cangas en el año 2006 y salió publicada en el BOP el 3 de julio de ese año, justo cuando cambió el gobierno y entró en el poder el tripartito (BNG, PSOE y ACE) que, por alguna razón, decidieron también no iniciar las inspecciones que figuran en la ordenanza. Ayer había concejales del gobierno y de la oposición que tenían dudas sobre si esta ordenanza había sido aprobada.