"Hay sintonía sobre su conveniencia; ahora hay que saber si tiene viabilidad económica". Son palabras del alcalde de Cangas tras reunirse ayer en Pontevedra con la jefa provincial de Costas para analizar las posibilidades de abrir una ruta de barco circular entre Vigo y las playas canguesas de Rodeira, Santa Marta y Nerga durante el verano. José Enrique Sotelo y Cristina Paz Curbera coinciden en las bondades de la propuesta, sobre todo por el alivio de tráfico en el Corredor do Morrazo y como atractivo turístico, aunque cualquier decisión irá precedida del compromiso de las navieras que pretendan explotar la ruta y de un estudio técnico que lo respalde. Para avanzar en esa dirección, el ingeniero de Costas Antonio Iglesias visitará mañana las playas donde haría escala el barco para analizar sus condiciones medioambientales, y el próximo jueves, día 7, se celebrará una reunión en el Concello de Cangas entre representantes políticos y técnicos de ambas administraciones, así como de las navieras interesadas en hacer el servicio.

Aunque no hay ninguna propuesta cerrada, "en principio" Costas podría encargarse de recuperar el muelle de piedra de Rodeira, muy deteriorado, y las navieras interesadas en la ruta se ocuparían de instalar los pantalanes flotantes provisionales en Santa Marta y Nerga, a comenzar el verano y que habría que retirar al final de cada temporada,

Ayer, Sotelo recordó a Paz Curbera los atascos que se producen a diario en el Corredor en la temporada estival y los intentos de Nabia de establecer el verano pasado una línea de esas características con la playa de Nerga como destino. "El proyecto de ahora salva los problemas técnicos y medioambientales", explicó al concretar algo más sus intenciones a la jefa de Costas, a quien entregó la cartografía de la zona con los puntos de atraque inicialmente fijados.

Protección ambiental y arqueológica en Nerga

Además de la viabilidad económica, la protección medioambiental es la otra principal preocupación de los promotores de la ruta marítima estival. El Concello de Cangas y la Jefatura de Costas repararon en la existencia de un petroglifo y otros restos arqueológicos que deben ser estudiados y resguardados en Punta Igrexiña, en Nerga, una de las dos opciones que se barajan para ubicar el muelle. La otra es en mitad del arenal, donde hay varias rocas de grandes dimensiones y se baraja desplegar una pasarela de madera que comunique con un sendero de tránsito, salvando las dunas. Sotelo también utiliza los argumentos de que la línea marítima ayudará a reducir los atascos que sufren los viales de O Hío, la afluencia de vehículos y el consiguiente deterioro del espacio dunar.

Desde el Concello creen que es posible poner en valor todo ese entorno con una propuesta integral que se completaría con una senda peatonal por la costa que ya se ha empezado a trazar con el desbroce de las propiedades próximas al litoral y que está a expensas de los permisos de los dueños para consolidarse como una lugar de paseos a pie, en bicicleta o a caballo, alejado de los coches.