Miguel Aragón Fontenla es coronel de Infantería de la Armada y jefe del departamento de Patrimonio Naval Sumergido del Instituto de Cultura e Historia Naval, en Madrid. Desde ese cargo siguió muy de cerca el contencioso del Estado con la empresa Oddysey por el tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes. Hoy estará en la Escuela Naval de Marín en un acto de carácter interno y por la tarde, a las 20.00 horas, estará en el Museo Massó de Bueu para impartir una conferencia titulada "Blas de Lezo, un marino de leyenda"

€¿Cómo se fraguó su presencia hoy en el Museo de Massó?

€Hace algunos meses coincidí con su directora en un congreso y me comentó que en el museo tenían el diario de navegación original de Blas de Lezo relativo a la reconquista de Orán, de 1732. Es un personaje que siempre me gustó y sobre el que di algunas conferencias y hablamos de venir a Bueu.

€¿A qué se debe ese interés por la figura de Blas de Lezo?

€Tiene una biografía muy llamativa. Es un personaje que está metido en todos los conflictos de su tiempo. Primero en la Guerra de la Sucesión, luego se le ve en el teatro de operaciones del Mediterráneo y del Pacífico luchando contra la piratería y el corso, más tarde dirigiendo una flota a América y finalmente como comandante de Marina en Cartagena de Indias en un momento importante para la defensa de esa plaza comercial frente a Inglaterra.

€No siempre salió indemne y llegó a ser conocido como el Patapalo y luego el Medio Hombre.

€Siendo muy joven, cuando era guardamarina, pierde la pierna derecha en un comabte en Vélez-Málaga. El coraje y el valor con el que afrontó la amputación [sin anestesia] llamó la atención de todo el mundo. Posteriormente en la Guerra de la Sucesión pierde un ojo y más tarde en Barcelona un brazo. Y aún así es un personaje muy cercano a la Corona de Felipe V, se le encomienda ir a Nápoles a ir a buscar a la que sería la esposa del rey. Es un hombre que reúne una serie de valores que le confieren esa figura de marino de leyenda a la que alude el título de la conferencia y que fue temido y reconocido por los ingleses.

€Hablaba usted de la confianza de la Corona, pero al final de su vida parece que cayó en desgracia durante su estancia en Cartagena de Indias.

€Más bien fueron desavenencias con el virrey de Cartagena de Indias a la hora de defender la plaza de los ataques ingleses. Blas de Lezo era un hombre de gran carácter y tenía un gran conocimiento de la plaza, mientras que el virrey llevaba poco tiempo. Al acabar la contienda el virrey iba enviar un informe de quejas a la Corona, pero Blas de Lezo entró en desánimo y es probable que enfermase por alguna epidemia y falleció poco después. Pero era una persona que escribía cada día su diario, de manera minuciosa y con comentarios personales. Y cuando el diario de Cartagena de Indias llegó a la Armada y se vio lo que habían hecho uno y otro, Blas de Lezo recuperó el prestigio que había perdido.

€¿Y el diario oficial de navegación que guarda el Museo Massó?

€Me gustaría mucho verlo y aprovecharé la ocasión para hacerlo. No soy yo quien debe valorarlo, pero me parece que es un documento realmente importante y estupendo.

€Su estancia en Galicia será corta pero intensa. Antes de acudir a Bueu estará en Marín hablando del patrimonio naval sumergido. Usted es una de las personas que siguió más de cerca el reciente caso del Oddysey y del tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes. ¿Cuál fue el papel de la Armada?

€Fuimos un participante más dentro de la defensa de España delante de los tribunales de Estados Unidos. Sí que jugó un papel importante por los archivos de los que dispone y salieron informaciones muy valiosas a la hora de defender los intereses de España como la presencia del barco en el combate en Cabo Santa María, el cargamento que portaba y se demostró que el buque iba en una misión oficial y no comercial como pretendía decir la empresa. Fueron cuatro años de investigación y de trabajo en equipo con el Ministerio de Cultura, Guardia Civil, Junta de Andalucía...

€Lo que sí ha puesto de manifiesto este caso es el escaso cuidado e interés que tenemos por nuestro patrimonio sumergido.

€Yo no lo diría así. Más bien diría que el caso Odyssey nos ha dejado patente lo mucho que queda por hacer. Cuidado sí que se pone, sobre todo a la hora de hacer valer sus derechos sobre ese patrimonio. Lo que pasa es que a veces hay empresas como ésta que quieren buscar todas las ventajas y que tienen muchos recursos. Que a veces la Administración no vaya al ritmo que debiéramos ir no significa que no haya cuidado. España tiene un vasto patrimonio en sus aguas y fuera de ellas. Lo primero que hay que hacer es conocerlo para poder protegerlo. Es una labor muy larga, a veces penosa, y debe hacerse día a día para tener un conocimiento completo. En la Armada ahora tenemos una línea de trabajo encaminada a extraer información documental de nuestros archivos, información sobre naufragios... Digamos que hay que bucear en los archivos antes sumergirse en el mar. Primero hay que saber lo que se va a buscar.

€¿Es posible que en el futuro nos encontremos con otro caso Nuestra Señora de las Mercedes?

€No solo es posible, sino que se pueden estar dando casos así y que no lo sepamos. Con Oddyssey lo supimos por la propia noticia que ellos dieron, aunque confundieron la información y decían que habían encontrado un barco desconocido cuando sabíamos que estaban trabajando en el Estrecho. En este caso la labor de los medios de comunicación y la presión de la opinión pública incitó a que la Administración pidiese cuentas e investigase lo que había pasado.

€¿Y qué pasa con las monedas? Se dice que podría haber más que las 500.000 €casi todas de plata€ que han regresado a España.

€Es factible, pero difícilmente lo podremos saber. El Estado reclamó sobre el cargamento que la empresa declaró y pesó en Tampa y es lo que hemos recuperado.